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Manuel d'encodage



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Citer le texte surligné
Témoins
Incunable (Séville, 1494). (Z).
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque. (J).

Texte

Inc/901 (1494)


Capiítulo .xxiij. en que demu
eſstra:en qual manera ſse deuve fazer
la nauve: en qual manera ſse deuve
acometer la batalla della:  aque
ſsõoñ ordenadas todas las batallas


En eſste capiítulo mueſstra: en
qual manera ſse deuve fazer
la nauve: en qual manera
ſse deue acometer la batalla
della:  a que ſsõon ordenadaſs
todas las batallas. Ca muchas de las
coſsas ſsobre dichas valen para ſsaber: en
como ſse ha de fazer la batalla de la mar.
E por ende no conuviene de mucho pro
lõongar en fablãando deſsta batalla. Mas
ſsola mente nos conuviene de ſsaber tres co
ſsas. La primera es: en como ſse ha de fa
zer la nauve para ſser buena rezia par a
la batalla. Do cõonuviene de ſsaber dos co
ſsas:ſsegund que dize Vegecio . La prime
ra es: que la madera donde ſse ha de fa
zer la nauve no ſse deuve cortar en todo tien
po. Ca eñlen el março: ni en el abril en que ha
grãand humor enloſs arboles: no ſse deuve ta
jar la madera para la nauve Mas deuve
ſse cortar en Julio:  en el Agoſsto: o en
aquel tiempo en que menos humidad ha
en la madera:  los arboles estãan mas ſse[fol. ]
cos. ⁋Lo ſsegundo es: que cortados los
maderos no ſse deuve fazer la nauve lue
go. Mas avun deuven los dexar ſsecar:
deſspueés aſserrar los en tablas:  de
xar los grand tienpo a ſsecar. Ca ſsi eſstan
do verdes ſse fizieſsſse la nauve quãando deſs
pues fueſsſsen ſsecos: fazer ſse yan grandeſs
aberturas en elloſs:  eſsto ſseria muy grãand
peligro. Ca quando ouvieſsſsen a lidiar:
tanto avrian que fazer en cerrar los fo
rados: que ſse no podrian defender de los
enemigos. ⁋La ſsegunda coſsa que nos
conuviene de ſsaber es: en como ſse ha de fa
zer la batalla en la nauve bien fecha bien
baſsteçida. E maguera la batalla cam
pal la de la mar ayan muy grand ſse
mejança en vuno. Ca en cada vuna de
llas deuven ſser los lidiadores bien arma
dos:  ſsaber ſse bien encobrir de los gol
pes. Empero en la batalla de la mar de
uen ſser los marineros mas armados:
por que pueden mejor ſsofrir el peſso de
las armas. Ca eſstan en vun lugar:  no
ſse mueuven como los otros. E avun por
que la batalla de la mar es mas peli
groſsa que la de la tierra. E quanto a eſs
ta batalla de la mar han meneſster los li
diadores diez coſsas para bien lidiar.
Lo primero han meneſster fuego de
alquitran. Ca conuviene les de auver mu
chos orços llenos de pez de piedra ſsu
fre de rezina de olio que eſste todo en
buelto con eſstopas. E quando vinieren
ala batalla: deuven los encender lan
çar en la nauve de los enemigos:  echan
do los aſsſsi: quebraran encenderan la
nauve. E quando echaren el fuego: eſston
çes deuven brauva mente lidiar: por que
non lo puedan matar. Lo ſsegundo
ha meneſster de poner çeladas. Ca aſsſsy
como en tierra ſse ponen las çeladas: por
que feran adeſsora ſsobre los enemigos.
Aſsſsy en la mar ſse ponen en pos de algu
nas yſslas: por que puedan adeſsora ve
nir dar ſsobre las nauves de ſsus enemi[col. B]
goſs. ⁋Lo tercero deuven los marineroſs
alçar ſse a lo mas fondo de la mar: aſsſsi que
puedan las nauves de los enemigos en
puxar ala tierra: o alas riberaſs: porque
pierdan la virtud de marinar de lidi
ar. ⁋Lo quarto deuven atar al maſstel
de la nauve vun grand madero ferrado de
ambas partes para ferir en las nauves
en los marineros. E eſste tal es como
el carnero con que foradan los muros
de la cibdad cercada. E deuve ſse en tal ma
nera atar conel maſstel: por que lo pue
dan lançar traer aſsſsi como quien lan
ço garrocha. ⁋Lo quinto deuven auver
muy anchas ſsaetas cõon que rompan las
velas. Ca rotas foradadas las ve
las: non podran retener los vientos: ni
podran los marineros auver poder pa
ra lidiar: nin para ferir. ⁋Lo ſseſsto de
uen auver los marineros vun fierro coruo
a manera de foz: que taje bien que pue
dan echar alas cuerdas que retienen las
velas aſsſsy que las tajen que derriben
las velas. Ca las velas derribadas
nunca podran lidiar los que eſstan en
las nauves. ⁋Lo ſseteno deuven auver har
pones con que fieran en las nauves: aſsſsy
que quando vieren que quieren fuyr que
los prendan no los dexen fuyr. ⁋Lo
octauvo deuven auver muchos orços llenos
de cal: que puedan echar en las nauves de
los enemigos: aſsſsi que los puedãan cegar
conel poluo: por que ſse no puedan deſsen
der. La qual coſsa es muy peligroſsa: tãan
bien en la batalla de la tierra: como de la
mar. Lo nouveno deuven auver muchos
orços llenos de xabon que echen en las
nauves de los enemigos: aſsſsy que los no
dexen andar por las nauves. Ca el xa
bon faze mucho eſscorrer deleznar los
pies que ſse no puedan los omes tener.
Lo dezeno deuven auver conſsigo marine
ros que puedan entrar ſso la mar eſstar
y grãand tiempo: deuven los echar en pos
las nauves: porque los no veãan echar los[fol. ]
enemigos. E eſstos tales deuven leuvar
cõon ſsigo taladores foradar las nauves
de los enemigos de muchos forados.
E aſsſsi combatiendo quãando no cuydaren
meter los han ſso el agua. E avun deuven
auver conſsigo muchas barras de fierro:
muchas piedras para combatir los
enemigos. E guardando bien todas las
cautelas ſsobre dichas: podran vencer
los enemigos. La tercera coſsa que nos
conuviene de ſsaber es: a que ſson ordena
das todas las batallas: tan bien las de
la tierra: como las de la mar. E aquií
conuviene de notar lo que dize el philoſso
pho: que nos no lidiamos por querer li
diar: mas por auver paz. E en dos mane
ras ſse puede fazer toda lid. o ſse faze por
cobdicia de ganar algo: o de vengar ſse
de los enemigos. Mas ſsi la batalla es
buena derecha: nunca ſse faze ſsino por
auver paz aſsoſsiego:  por bien comun.
Ca tales ſson las batallas entre los õon
bres: como las purgas las ſsangrias en
tre los enfermos. Ca aſsſsi como en el cu
erpo del ombre ſson muchos humores:
quando non eſstan deſsygualados: non
es meneſster melezina ninguna nin ſsan
gria. Aſsſsy quando los ombres ſse han
bien los vunos; con los otros:  non ſse fa
zen tuerto los vunos; alos otros: no ſse de
uen fazer guerras. Bien aſsſsy quãando los
humores eſstan bien ygualados: no ſson
meneſster las melezinas: nin las ſsangri
as. E aſsſsy quando por los humores ſse
turba la ſsanidad del cuerpo: eſstonçes fa
ze meneſster la ſsangria: o la melezina pa
ra abaxar los. Aſsſsy como quando los
onbres turban la paz : que es meneſster la
guerra: o la batalla para los abaxar.
E aſsſsy quando los reyes tomãan las gue
rras como deuven: es muy bien de les en
ſseñar todas las maneras ſsobre dichas
de lidiar: porque puedãan tener todos ſsus
cibdadanos en paz.

⁋Mas aquií po
demos notar lo que cuenta en el dezeno[col. B]
libro de Alexandre: que deſspueés que to
da la tierra ouvo ſsoijuzgada: quiſso ſsoijuz
gar la mar : diziendo que todo el mun
do era muy pequeño reynado para el.
E quiſso ſsaber ſsi auvia otro mundo allen
de la mar: en que pudieſsſse enſseñorear a
ſsſsi como eneſste. E llamo a todos ſsus ca
ualleros dixo les. Amigos compa
ñeroſs: mucho vos ſso yo obligado:  mu
cho vos deuvo agradeſscer: que amaſstes
ſsiempre la mi vida la mi ſsalud: mas que
la vueſstra. E por que ſsiempre me ſsegui
ſstes deſsque ſsali de mi tierra faſsta agora
Mas ruego vos: que aſsſsi como no me
falleſsciſstes en la tierra: que no me fallez
cades en la mar. Ca quiero yr a ſsoijuz
gar los antipodes que eſstan de la otra
te de la tierra. E ellos reſspondieron le :
que muy de buena mente yrian do qui
er que el quiſsieſsſse. E allií entro el conellos
en la mar alta: ãanduuvo quinze dias por
la mar alta a buen viento que le ſsemeja
ua: que bolauvan las nauves. E allií ouvie
ron otro viento contrario: que tan altaſs
leuãantauva las ondas: que alas vezes las
ſsubia faſsta el cielo:  alas vezes las deſs
cendiafaſsta el abiſsmo: do todos ouvierõon
miedo:  cuydaron de ſser pereſsçidos:ſsya
non ſsolo Alexandre: en queen nunca cayo
miedo. E quando vio que non era vo
luntad de dDios: que paſsſsaſsſse allende: o
uo ſse de tornar. E allií ſse metio en la mar.
en vuna arca de vidro: con tres cauvalle
ros los mejores que en ſsu caſsa auvia. E mãan
do que lo touvieſsſsen quinze dias ſso la mar:
porque pudieſsſse ver que coſsa auvia en la
mar. E allií vio como los peſscados pele
auvan con los peſscados: los mayores
echauvan çeladas alos menores :  to
mauvan los en medio:  comian los. E
de allyý aprendio las çeladas que echan
en la tierra. ⁋E eſstonçes ſse fue quere
llar la natura al infierno: dixo a Lu
cifer. O padre: trayo te muchas que
rellas: Tan bien de los Dioſses: como[fol. ]
de los ombres de Alixãandre: que atormen
tan los elementos la tierra.⁊ los om̃eſs
que ſson en ella. ca no le cũunple que ha venci
do a dDariío treſs vegadaſs:  ſsoijuzgo toda
Aſsia:  a Meda: a Perſsia. E ha ven
cido Aporo:  ſsoijuzgado todas las Jn
dias. E es entrado en la mar alta: pa
ra la atormentar: quiere paſsſsar alos
Antipodes: quiere yr a cercar el pa
rayſso terrenal: donde tu echaſste el pri
mero ombre. E deſsque eſsto ouviere fecho
tiene de venir a cercar el infierno. Por
auventura es aquel: de quien dize eſsaiíaſs:
Que naſscera de virgen:  ſsera tan pode
roſso como dDios: E verna a quebrantar
eſsta carcel por ſsacar los catiuvos que tu
tieneſs aquií: E quando eſsto ouvo dicho: o
uieron muy grãand miedo los diablos to
dos que eſstauvan en el infierno. dixo a
los mayorales dellos. Vos que ſsodes
cabdillo de la muerte: venid ſsi pudiere
des contra tan grand daño como vos
de aquií puede naſscer. E ſsalid contra el
rey de los griegos:  cortad le la vida ſsy
pudieredes con muerte: que por auventu
ra no nos venga a quebrantar el infier
no. E a penas eſsto ouvo dicho:  leuvanto
ſse la traycion: con cara muy falaguera:
dixo.yo porne recabdo a efto:  non to
mare en ello grand trabajo. Ca ſse muy
bien en como lo he de fazer. Ca toma
re venino mortal:  non lo porne eñlen el va
ſso: nin en olla: nin en metal ninguno: ni
en vidro: nin vaſso de madera. Ca tan
ta es la ſsu fortaleza: que non le podra ſso
frir. Mas poner lo he en vña de cauva
llo. E eſste breuvajo ſsera dado a Alixan
dre con vino:  preſsta es la ocaſsion pa
ra gelo dar. Ca el quiere tomar a Ba
bylonia la grande: do fue tan glorioſsa
mente reſscebido como ya oyſstes. E allyý
ha de eſsperar todos los menſsajeros de
todos los reynos del mundo: que le vie
nen a fazer omenaje: a ofreſscer le pa
rias por todos los reynoſs del mũundo. Ca[col. B]
Francia le embia vun eſscudo de oro: lle
no de piedras precioſsas. E Cartajena
le embia vun yelmo: que reſsplandeſsce co
mo el ſsol: eſstaá çiñydo de piedras pre
cioſsas. E Alemaña le embiía vuna eſspa
da: que ſsemeja que deſstella ſsangre. E eſs
paña le embia vun cauvallo muy fermo
ſso:  de departidos colores: que trae fre
no de oro:  maſsca lo con los dientes fa
ziendo en el ſson marauvilloſso. E cecilia le
embia vuna loriga texida de anillos de a
zero:  marauvilloſsamente labrada:  cer
cada en las faldas de anillos de oro. E
ſsin eſstas coſsas todas: todos los reynos
del mundo le embian coronaſs de oro: lle
nas de piedras precioſsas: a moſstrar que
el es rey de los reyes:  ſseñor de todo el
mundo. E ſsin eſsto todo: cadavunas gen
tes embian dones muy precioſsos  muy
fermoſsoſs:  tales que a todo el mũundo po
driían inclinar a piedad:  a querer tales
vaſsallos. Ca los vunos; embian paños
de oro. E los otros embiãan purpuras. E
los otros piedras precioſsaſs. E los otroſs
paños de lana merina marauvilloſsos. E
todos le enbian mucho oro mucha pla
ta. E porque lo diga en ſsuma todas las
riquezas del mundo le traen allií:  lo que
no pueden traer: vienen gelo a ofreſscer.
E eél tomara con eſsto tanta loçania: que
cuydara que coſsa del mundo no le pue
de empeçer. E llamara a vun ſsu amigo :
que le dizen Antiípatro: que es adelan
tado de gGrecia. E fue aſsſsi criado: que ſsa
be moſstrar de fuera buen talente grãand
amor:  tene de dentro el venino grad
rencor. E eſste vernaá allií a llamado de
Alixãandre: porque allií encone ſsu vida en
grand honrra en grand plazer. E di
xo la traycioón: yo ſso deeſsa muy podero
ſsa entre todos los ombres mortales. E
ſsy me bien conoſscieſsſsedes: ſso vueſstra cri
ada. Ca ſsiempre me crie con vos:  mo
ro entre todos los grandes ombres: 
en los palacios de los grandes ſseñores.[fol. ]
E yo dare con Antipatro a Alixandre
ſseñor del mundo eſste breuvajo dõonde mue
ra. E deſspueés que ouvo reſsçebido todos
los dones:  dado la reſspueſsta alos men
ſsajeros todos:  dones muy honrrados
muy grandes algos. Dixo alos ſsuy
os. Ya non vos finca de conquerir co
ſsa que en el mundo ſsea:ſsino que Roma
que ſse nos es alçada: que la pongamos
por el ſsuelo. Ca do nos auvia fecho ome
naje: embiado corona de reyno: por
Aperimulo priíncipe romano: agora o
ſsa quebrantar el omenaje que nos fizo.
E por ende nos plaze de deſstruyr la pri
mera mente. E deſspueés prouvar ſsi ay o
tros mundos en que podamos enſseño
rear. Ca algunos philoſsophos dixie
ron: que ay muchos mundos. E eſste nu
eſstro es muy pequeño para nos. E con
uviene nos de yr buſscar los otros. Por
que los ayamos todos a mãandar. E deſs
pues que eſsto todo ouvo dicho: deman
do del vino. E vino Antipatro ſsu priuva
do falſso amigo:  deſstemplo ſsus yer
uas:  fue gelas dar. E allií lloro el cielo
ſsobre Alixandre: por que auvia de morir
entre ſsus amigos: el que nunca fuera ven
cido de ſsus enemigos. Ca aſsſsi como an
te en la ſsu naſscencia moſstro eſstas ſseña
les. La primera: que cayeron piedras
precioſsas verdaderas del cielo. La ſse
gunda: que fablo vun cordero en egypto
La tercera: que vuna galliína pario vu
dragon. La quarta: que dos aguilas
lidiaron todo el dia ſsobre la caſsa de ſsu
padre: en la qual caſsa la reyna pario a
Alixandre:ſsy non mintieron todos los
de la tierra que lo vieron por el ojo. E
dezian le : que mereſscio Alixandre mo
ſstrado de ſsu naſscencia por tantas ſseña
les: que tan ayna murieſsſse Ca ſsi fuera
pagado de honrra mortal. E ſsi ſse touvie
ra en ſsu humildad:  en tan grãand buena
andãança como el fue pueſsto. E ſsi tomara
aſsſsi ſsabor en la buena ventura que la to[col. B]
uiera por muy amarga : por auventura
non muriera ſsemejante muerte. E eſscu
ſsara el venino: que es mas cruel que o
tro cuchillo. E allií lloraron las eſstrellaſs
del cielo ſsobre Alixandre quando vino
la noche. E quando vino al alborada
non cayo roçio del cielo ſsobre la yerua
aſsſsi como ſsolia. E las auves en la maña
na no quiſsieron cantar:ſso las fojas co
mo ſsolian. Nin el ruyſseñor que canta
mas dulce mente que las otras auveſs: no
quiſso dar mas ſsu boz nin tañer ſsu çitola
E dizen los omes que el primero luzero
non quiſso ſsalir al dia: mas puſso ſse en la
mar: tornãando ſse a tras: enamarillecio
ſse perdio ſsu color. E el ſsol alço la cabe
ça:  armo ſse con ſsus rayos contradizien
do la muerte. E maguer no pudo enbar
gar el fado quiſsiera ſse tornar a pro eſs
tar quedo. E ſsi la ordenãança del fado no
contradixiera: el ſsol retornara ſse: porque
non reſsplandeſscieſsſse a ver tan mala mãan
zilla: que la ſsu lumbre mataſsſse la lum
bre del mundo. Mas ya viniera la ho
ra del ſsu fado: que auvia de abaxar la cabe
ça del muy alto rey. E non pudo eſstor
çer la cayda de todo el mundo. E ya el
palacio dauva olor:  reſsplandeſscia aſsſsy
como el ſsol de nobles compañas. E ya
la orden de los ricos ombres viniera. E
eſstauva delante quando demando el vi
no: do le fue dada la muerte. E paroó ſse
el cuerpo tan duro como vuna piedra: 
frio como vun marmol. E todo el pala
cio ſse eſstremeçio conel ruydo de las com
pañas. E non oſsauvan moſstrar el dolor:
cuydando que le podrian acorrer cõon me
lezina. E quando las yeruas enconarõon
las venas:  el pulmoón:  los pulſsos die
ron ciertas ſseñales de muerte. E man
doó poner vun lecho en meytad del pala
cio. E catoó a ſsus ricos ombres: que rom
piían ſsus caras con las vñas:  raſsgauãan
ſsus veſstiduras cõon laágrimas. Dixo aſsſsi.
Quãando verna otro tal rey a taleſs ſsieruoſs:[fol. ]
Ca a mi cumple me: que he enſseñorea
do a todo el mundo: ya vo me para el
cielo: que no me tengo por pagado de
ſste mundo: ya me llama dDios a mayor
reyno: que eſste. E aſsſsi murio vun tan no
ble ſseñor: por vun tan falſso priuvado. E
allií partioó todos ſsus reynos  reynadoſs
a aquellos ſsus ricos omes cauvalleros
priuvados:  a ſsus criados. E dio el rey
no de Egypto a Ptholomeo: man
doó ſsoterrar el ſsu cuerpo en Alixandriía:
la qual cibdad eél fiziera la nombrara
al ſsu nombre.
Ms. 2097 (< 19 août 1434)

Ca°capítulo xxiii° do muestra en quál manera se deve fazer la nave e en quál manera se deve acometer la batalla della: et a qué son ordenadas todas las batallas.

E n este capítulo muestra en quál manera se deve fazer la nao , e en quál manera se deve acometer la batalla della, e a qué son ordenadas todas las batallas. Ca muchas de las cosas sobre dichas valen para saber en cómmo se ha de fazer la batalla de la mar. E por ende, non conviene de mucho prolongar en fablando desta batalla, mas solamente nos conviene de saber tres cosas: la primera es en cómmo se ha de fazer la nave para ser buena e rezia para la batalla. Do conviene de saber dos cosas, segunt que dize Vegeçio . La primera es que la madera donde se ha de fazer la nave[fol. 441r]non se deve cortar en todo tienpo: ca en el março nin en el abril en que ha grant humor en los árboles non se deve tajar la madera para la nave, mas dévese cortar en el jullio e en el agosto, o en aquél tienpo en que menos humidat ha en la madera, e los árboles están más secos. Lo ii° es que cortos los maderos, non se deve fazer la nave luego, mas aun deven los dexar secar, e después assorrarlos en tablas, e dexarlos grant tienpo asecar. Ca si estando verdes se fiziesse la nave, quando después fuessen secos fazer se ýan grandes aberturas en ellos, e esto sería muy grant peligro. Ca quando oviessen alidiar tanto avrían que fazer en çerrar los forados que se non podrían defender de los enemigos. La ii° cosa que nos conviene de saber es en cómmo se ha de fazer la batalla en la nave bien fecha e bien basteçida. E maguera la batalla canpal e de la mar ayan muy grand semejança en uno, ca[col. B]en cada una dellas deven ser los lidiadores bien armados, e saber se bien encobrir de los golpes. Enpero, en la batalla de la mar deven ser los marineros más armados, porque pueden mejor sofrir el peso de las armas: ca están en un logar e non se mueven commo los otros. E avn porque la batalla de la mar es más peligrosa que la de la tierra, e [sic] quanto a esta batalla de la mar, han menester los lidiadores diez cosas para bien lidiar. Lo primero, han menester fuego de alquitrán, ca conviéneles de aver muchos orços llenos de pez e de piedra sufre, e de resinar de olio, que esté todo enbuelto con estopas. E quando vinieren a la batalla, dévelos [sic] encender e lançar en la nave de los enemigos. E echandolos asý, quebrantarán e ençederán la nave, e quando echaren el fuego, entonçe deve bravamente lidiar por que nn lo puedan matar. Lo ii°, ha menester de poner çeladas, ca asý commo en tierra se ponen las çeladas por que fieran a desora sobre los enemigos, así en la mar[fol. 441v]se ponen en pos de algunas yslas, por que puedan a desora venir e dar sobre las naves de sus enemigos. Lo iii°, deven los marineros alçarse a lo más fondo de la mar, así que puedan las naves de los enemigos enpuxar a la tierra o a las riberas, porque pierdan la virtut del marinar e del lidiar. Lo iiii°, deven atar al mastel de la nave un grant madero ferrado de anbas partes, para ferir en las naves e en los marineros. E este es tal commo el carnero con que foradan los muros de la çibdat çercada. E dévese en tal manera atar con el mastel, por que lo puedan lançar e traer a commo quién lança garrocha. Lo quinto, deven aver muy anchas saetas, con que tonpan las velas. Ca rotas e foradadas las velas, non podrán retener los vientos, nin podrán los marineros aver poder para lidiar, nin para fuyr.[col. B]Lo vi°, deven aver los marineros un fierro corvo a manera de foz que taje bien que puedan echar a las cuerdas que retienen las velas, así que las tajen e que derriben las velas. Ca las velas derribadas, nunca podrán lidiar los que están en las naves. Lo vii°, deven aver harpones con que fieran en las naves: así que quando vieren que quieren fuyr, que los prendan e non los dexen fuyr. Lo viii°, deven aver muchos orços llenos de cal, que puedan echar en las naves de los enemigos, así que los puedan çegar con el polvo, por que non se puedan defender: la qual cosa es muy peligrosa, tan bien en la batalla de la tierra commo de la mar. Lo nono, deven aver muchos orços llenos de xabón, que echen en las naves de los enemigos, asý que los non dexen andar por las naves. Ca el xabón faze mucho escorrer e deleznar los pies, que se non pueden los omes tener. Lo déçimo, deven aver consigo marineros que puedan entrar so la mar, e estar ý grant rato. E deven[fol. 442r]los echar en pos de las naves, por que los non vean echar los enemigos. E estos tales deven levar consigo taladros e foradar las naves de los enemigos de muchos forados. E así conbatiendo, quando non cuydaren, meter los han so el agua. E aun deven aver consigo muchas piedras para conbatir los enemigos, e guardando bien todas las cabtelas sobredichas, podrán vençer los enemigos. La terçera cosa que nos conviene de saber es a qué son ordenadas todas las batallas, tan bien las de la tierra commo las de la mar. E aquí conviene de notar lo que dize el philósofo, que nós non lidiamos por querer lidiar, mas por aver paz. En dos maneras se puede fazer tal lid: o se faze por codiçia de ganar algo, o de vengarse de los enemigos. Mas si la batalla buena es e derecha, nunca se faze sinon por aver paz, e a sossiego e por bien común. Ca tales son las batallas[col. B]entre los omes commo las purgas e las sangrias entre los enfermos: ca así commo en el cuerpo el omne son muchos humores, e quando non están desigualados, non es menester melezina ninguna, nin sangría, assí quando los omes se han bien los unos con los otros, e non se fazen tuero los unos a los otros, non se deven fazer guerras. Bien así, quando los humores están bien egualados, non son menester las melezinas, nin las sangrías. E así commo quando por los humores se turba la sanidat del cuerpo, entonçe faze menester la sangría o la melezina para abaxarlos, así commo quando los omes turban la paz es menester la guerra o la batalla para los abaxar. E asý quando lo Reyes toman las guerras commo deven, es muy bien de les enseñar todas las maneras sobredichas de lidiar, por que puedan tener todos sus çibdadanos en paz.
Mas aquí podemos notar lo que cuenta en el déçimo libro de Alexandre, que después que toda[fol. 442v]la tierra ovo subjugado, quiso subjugar la mar, diziendo que todo el mundo era muy pequeño reynado para él. E quiso saber si avía otro mundo allen la mar, en que pudiesse enseñorear así commo en este. E llamó a todos sus cavalleros, e díxoles: amigos e conpañeros, mucho vos yo obligado e mucho vos devo agradeçer, que amastes sienpre la mi vida e la mi salud más que la vuestra. E por que sienpre me segistes [sic] desque salí de mi tierra fasta agora, más ruegovos que así commo me non falleçistes en la tierra, que non me fallescades en la mar. Ca quiero yr a subjugar los Antípodes que están de la otra parte de la tierra. E ellos respondiéronle que muy de buena mente yrían doquier que él fuesse, e yr quisiere. E allí entró él con ellos en la mar alta, e andudo quinze días en al mar alta con buen viente, que le semejava que bolavan las naves. E allý ovieron otro biento[col. B]contrario que tan altas levantava las ondas que a las vezes los subía fasta el çielo, e a las vezes los deçendía fasta el abismo: de lo qual todos ovieron miedo, e cuydaron ser pereçidos sinon solo Alexandre en quien nunca cayó miedo. E quando vido que non era voluntad de Dios que passasse allende, óvose de tornar, e allí se metió en una arca ¿ vidro? en la mar con tres cavalleros los mejores que en su casa avía, e mandó que lo toviessen quinze días so la mar, por que pudiesse ver qué cosa avía en la mar. E allí vido commo los pescados peleavan con los pescados, e los mayores echavan çeladas a los menores, e tomavanlos en medio, e comíanlos. E de allí pensó las çeladas que enchan la tierra, e entonçe se fue querellar la natura al infierno, e dixo a Luçifer: O padre trayote muchas querellas tanbién de los Dioses commo de los omnes de Alexandre, que atormentan los elementos e la tierra e los omnes que son en ella. Ca non le cunple que ha vençido a Darío tres ve[fol. 443r]gadas, e subjugó toda Asia, e a Media e a Persia. E ha vençido a Poro, e subjugado a todas las indias, e es entrado en la mar alta, para la atormentar, e quiere passar a los antípodes, e quiere yr a çercar el parayso terrenal, donde echaste el primero omne. E desque esto oviere fecho, tiene de venir çercar el infierno: por aventura, es aquél de quien dize Ysayas que naçerá de virgen, e será tan poderoso commo Dios. E verná a quebrantar esta carçel por sacar los cativos que tienes aquí. E quando esto ovo dicho, ovieron muy grant miedo los diablos todos que estavan en el infierno, e dixo a los mayores dellos: vós que sodes caudillos de la muerte, venit si pudiérdes contra tan grant dapño commo voz de aquí puede naçer; e salid contra el Rey de los Griegos, e cortatle la vida, si pudierdes con muerte, que por aventura non nos venga a quebrantar el infierno. E apenas[col. B]esto ovo dicho, e levantósse la trayçión con cara muy falaguera, e dixo: yo porné recabdo a esto, e non tomaré en ello grant trabajo. Ca muy bien en cómmo lo he de fazer, ca tomaré venino mortal, e non lo porné en vaso nin en vidro nin en vasa de madera. Ca tanta es la su fortaleza que non le podrán sofrir: mas poner lo he en uña de cavallo: e este beurajo será dado a Alexandre con vino, e presta es la ocasión para gelo dar. Ca él quiere tomar a Babilonia la grande, do fue tan gloriosamente reçebido, commo ya oystes. E allí ha de esperar todos los mensajeros de todos los regnos del mundo, que le vienen a fazer omenaje, e a ofreçerle parias por todos los regnos del mundo. Ca Françia le enbía un escudo de oro lleno de piedras preçiosas, e Cartagena le enbía un yelmo que resplandeçe commo el sol, e está çintado de piedras preçiosas. E Alemaña le enbía una espada, que[fol. 443v]semeja que destella sangre. E España le enbía un cavallo muy fermoso, e de departidos colores, que trae freno de oro, e máxcalo con los dientes, faziendo en él son maravilloso. E Çiçilia le enbía una loriga texida de anillos de azero, e maravillosamente labrado, e çercada en las faldas de anillos de oro. E sin estas cosas todas, todos los regnos del mundo le enbían coronas de oro llenas de piedras preçiosas, a mostrar que es Rey de los Reyes, e Señor de todo el mundo. E sin esto todo, cada unas gentes enbían donas muy preçiosas e muy fermosas, e tales que a todo el mundo podrían inclinar a piedat e a querer tales vassallos. Ca los unos enbían paños de oro, e los otros enbían púrpuras, e los otros, piedras preçiosas; e los otros, paños de lana merina maravillosos: e todos le enbían mucho oro, e[col. B]mucha plata. E por que lo diga en suma, todas las riquezas del mundo le traen allí, e lo que non pueden traer, vienen gelo a ofreçer. E él tomará con esto tanta loçanía, que cuydará que cosa del mundo non le puede enpeçer. E llamará a un su amigo que le dize Antípatro, que es adelantado de Greçia e fue así críado que sabe mostrar de fuera buen talante e grand amor, e tiene de dentro el venino e grand rencor: e éste verná allý, a llamado de Alexandre, por que allí encone en su vida en grant onrra, e en grand plazer. E dixo la trayçión: yo so deessa muy poderosa entre todos los omes mortales: e si me bien conoçedes, so vuestra criada, ca sienpre me crié con vos, e moro entre todos los grandes omes en los palaçios de los señores. E yo daré con Antípatro a Alexandre, Señor del mundo, este beurajo, donde muera. E después que ovo reçebido todas las donas[fol. 444r]e dado la respuesta a los mensajeros todos e donas muy onrradas e muy grandes algos, dixo a los suyos: ya non vos finca de conquerir cosa que en el mundo sea, sinon que Roma que se nos es alçada, que la pongamos por el suelo. Ca do nos avía fecho omenaje, e enbíado corona de Regno, por Eperimulo, prínçipe romano agora osa quebrantar el omenaje que nos fizo. E por ende, nos plaze de destruyrla primeramente, e después provar si ay otros mundos en que podamos enseñorear. Ca algunos philósophos dixeron que hay muchos mundos: e este nuestro es muy pequeño para nós. E conviénenos de yr buscar los otros por que los ayamos todos a mandar. E después que esto todo ovo dicho, demandó del vino: e veno Antípatro, su privado e falso amigo, e destenpló sus yervas, e fuégelas dar. E allí lloró[col. B]el çielo sobre Alexandre, porque avía de morir entre sus amigos el que nunca fuera vençido de sus enemigos. Ca así commo ante en la su naçençia mostró estas señales: la primera, que cayeron piedras preçiosas verdaderas del çielo, la segunda, que fabló un cordero en Egipto, la terçera, que una gallina parió un dragón, la quarta, que dos águilas lidiaron todo el día sobre la casa de su padre, en la qual casa la Reyna parió a Alexandre, si non mintieron todos los de la tierra que lo vieron por el ojo. E ¿ hazielles? que mereçió Alexandre mostrado de su naçençia por tantas señales, que tan ayná muriesse. Ca si fuera pagado de onrra mortal, e si se toviera en su humildat e en tan grant buena andançia commo él fue puesto, e si tomara así sabor en la buena ventura, que la toviera por muy amarga por aventura, e allí lloro  
vos . E escusara el venino que es más cruel que otro cuchillo: e allí lloraron las[fol. 444v]estrellas del çielo sobre Alexandre, quando veno la noche. E quando veno al alborada, non cayó roçío del çielo sobre la yerva, así commo solía, e las aves en la mañana non quisieron cantar so las fojas commo solían, nin el ruyseñor, que canta más dulcemente que las otras aves, non quiso dar su voz nin tañer su çítola. E dizen los omnes que el primero luzero non quiso salir al día, mas púsose en la mar, tornándose atrás, e enamarilleçiosse, e perdió su color. E el sol alçó la cabeça, e armóse con sus rayos contradiendo contradiziendo la muerte. E maguer non pudo enbargar el fado, quisierase tornar a pro, e estar quedo. E si la ordenança del fado non contradixera al sol, retornarasse por que non resplandeçiesse a ver tan mala manzilla, que la su lunbre matasse la lunbre del mundo. Mas ya viniera la ora del su fado, que avía de abaxar la cabeça del muy[col. B]alto Rey, e non pudo estorçer la cayda de todo el mundo. E ya el palaçio dava olor, e resplandeçía así commo el sol de nobles conpañas; e ya la orden de los ricos omes viniera, e estava delante quando demandó el vino do le fue dada la muerte. E parósse el cuerpo tan duro commo una piedra, e frío commo un marmol, e todo el palaçio se estremeçió con el ruydo de las conpañas. E non osavan mostrar el dolor: cuydando que le podría acorrer con melezina. E quando las venas enconaron las venas, e el pulmón e los pulsos, dio çiertas señales de muerte. E mandó poner un lecho en meytad del palaçio, e cató a sus ricos omnes que ronpían sus caras con las uñas, e resgavan sus vestiduras con lágrimas. Dixo así: ¿quando verná otro tal Rey a tales siervos? Ca a cúnpleme que he enseñoreado a todo el mundo, e ya vome para el çielo, que non me tengo por pagado de este mundo: ya me llama Dios a mayor[fol. 445r]regnado que este. E así murió un tan buen señor, por un tan falso privado. E allí partió todos sus regnos e regnados a aquéllos sus ricos omnes e cavalleros e privados, e a sus críados. E dio el regno de Egipto a Tolomeo, e mandó soterrar el su cuerpo en Alexandría, la qual çibdat él fiziera e nonbrara al su nonbre.
Ms. II/215 ()
Ms. K.I.5 (< XVIè siècle)
Q3822890 Fiche non existante. À créer Ms. 482/2 (< XVè siècle)
Ms. 332/131 (XVème siècle)
Apparat:

Variance

Incunable (Séville, 1494).

En eſste capiítulo mueſstra: en
qual manera ſse deuve fazer
la nauve: en qual manera
ſse deue acometer la batalla
della:  a que ſsõon ordenadaſs
todas las batallas. Ca muchas de las
coſsas ſsobre dichas valen para ſsaber: en
como ſse ha de fazer la batalla de la mar.
E por ende no conuviene de mucho pro
lõongar en fablãando deſsta batalla. Mas
ſsola mente nos conuviene de ſsaber tres co
ſsas. La primera es: en como ſse ha de fa
zer la nauve para ſser buena rezia par a
la batalla. Do cõonuviene de ſsaber dos co
ſsas:ſsegund que dize Vegecio . La prime
ra es: que la madera donde ſse ha de fa
zer la nauve no ſse deuve cortar en todo tien
po. Ca eñlen el março: ni en el abril en que ha
grãand humor enloſs arboles: no ſse deuve ta
jar la madera para la nauve Mas deuve
ſse cortar en Julio:  en el Agoſsto: o en
aquel tiempo en que menos humidad ha
en la madera:  los arboles estãan mas ſse[fol. ]
cos. ⁋Lo ſsegundo es: que cortados los
maderos no ſse deuve fazer la nauve lue
go. Mas avun deuven los dexar ſsecar:
deſspueés aſserrar los en tablas:  de
xar los grand tienpo a ſsecar. Ca ſsi eſstan
do verdes ſse fizieſsſse la nauve quãando deſs
pues fueſsſsen ſsecos: fazer ſse yan grandeſs
aberturas en elloſs:  eſsto ſseria muy grãand
peligro. Ca quando ouvieſsſsen a lidiar:
tanto avrian que fazer en cerrar los fo
rados: que ſse no podrian defender de los
enemigos. ⁋La ſsegunda coſsa que nos
conuviene de ſsaber es: en como ſse ha de fa
zer la batalla en la nauve bien fecha bien
baſsteçida. E maguera la batalla cam
pal la de la mar ayan muy grand ſse
mejança en vuno. Ca en cada vuna de
llas deuven ſser los lidiadores bien arma
dos:  ſsaber ſse bien encobrir de los gol
pes. Empero en la batalla de la mar de
uen ſser los marineros mas armados:
por que pueden mejor ſsofrir el peſso de
las armas. Ca eſstan en vun lugar:  no
ſse mueuven como los otros. E avun por
que la batalla de la mar es mas peli
groſsa que la de la tierra. E quanto a eſs
ta batalla de la mar han meneſster los li
diadores diez coſsas para bien lidiar.
Lo primero han meneſster fuego de
alquitran. Ca conuviene les de auver mu
chos orços llenos de pez de piedra ſsu
fre de rezina de olio que eſste todo en
buelto con eſstopas. E quando vinieren
ala batalla: deuven los encender lan
çar en la nauve de los enemigos:  echan
do los aſsſsi: quebraran encenderan la
nauve. E quando echaren el fuego: eſston
çes deuven brauva mente lidiar: por que
non lo puedan matar. Lo ſsegundo
ha meneſster de poner çeladas. Ca aſsſsy
como en tierra ſse ponen las çeladas: por
que feran adeſsora ſsobre los enemigos.
Aſsſsy en la mar ſse ponen en pos de algu
nas yſslas: por que puedan adeſsora ve
nir dar ſsobre las nauves de ſsus enemi[col. B]
goſs. ⁋Lo tercero deuven los marineroſs
alçar ſse a lo mas fondo de la mar: aſsſsi que
puedan las nauves de los enemigos en
puxar ala tierra: o alas riberaſs: porque
pierdan la virtud de marinar de lidi
ar. ⁋Lo quarto deuven atar al maſstel
de la nauve vun grand madero ferrado de
ambas partes para ferir en las nauves
en los marineros. E eſste tal es como
el carnero con que foradan los muros
de la cibdad cercada. E deuve ſse en tal ma
nera atar conel maſstel: por que lo pue
dan lançar traer aſsſsi como quien lan
ço garrocha. ⁋Lo quinto deuven auver
muy anchas ſsaetas cõon que rompan las
velas. Ca rotas foradadas las ve
las: non podran retener los vientos: ni
podran los marineros auver poder pa
ra lidiar: nin para ferir. ⁋Lo ſseſsto de
uen auver los marineros vun fierro coruo
a manera de foz: que taje bien que pue
dan echar alas cuerdas que retienen las
velas aſsſsy que las tajen que derriben
las velas. Ca las velas derribadas
nunca podran lidiar los que eſstan en
las nauves. ⁋Lo ſseteno deuven auver har
pones con que fieran en las nauves: aſsſsy
que quando vieren que quieren fuyr que
los prendan no los dexen fuyr. ⁋Lo
octauvo deuven auver muchos orços llenos
de cal: que puedan echar en las nauves de
los enemigos: aſsſsi que los puedãan cegar
conel poluo: por que ſse no puedan deſsen
der. La qual coſsa es muy peligroſsa: tãan
bien en la batalla de la tierra: como de la
mar. Lo nouveno deuven auver muchos
orços llenos de xabon que echen en las
nauves de los enemigos: aſsſsy que los no
dexen andar por las nauves. Ca el xa
bon faze mucho eſscorrer deleznar los
pies que ſse no puedan los omes tener.
Lo dezeno deuven auver conſsigo marine
ros que puedan entrar ſso la mar eſstar
y grãand tiempo: deuven los echar en pos
las nauves: porque los no veãan echar los[fol. ]
enemigos. E eſstos tales deuven leuvar
cõon ſsigo taladores foradar las nauves
de los enemigos de muchos forados.
E aſsſsi combatiendo quãando no cuydaren
meter los han ſso el agua. E avun deuven
auver conſsigo muchas barras de fierro:
muchas piedras para combatir los
enemigos. E guardando bien todas las
cautelas ſsobre dichas: podran vencer
los enemigos. La tercera coſsa que nos
conuviene de ſsaber es: a que ſson ordena
das todas las batallas: tan bien las de
la tierra: como las de la mar. E aquií
conuviene de notar lo que dize el philoſso
pho: que nos no lidiamos por querer li
diar: mas por auver paz. E en dos mane
ras ſse puede fazer toda lid. o ſse faze por
cobdicia de ganar algo: o de vengar ſse
de los enemigos. Mas ſsi la batalla es
buena derecha: nunca ſse faze ſsino por
auver paz aſsoſsiego:  por bien comun.
Ca tales ſson las batallas entre los õon
bres: como las purgas las ſsangrias en
tre los enfermos. Ca aſsſsi como en el cu
erpo del ombre ſson muchos humores:
quando non eſstan deſsygualados: non
es meneſster melezina ninguna nin ſsan
gria. Aſsſsy quando los ombres ſse han
bien los vunos; con los otros:  non ſse fa
zen tuerto los vunos; alos otros: no ſse de
uen fazer guerras. Bien aſsſsy quãando los
humores eſstan bien ygualados: no ſson
meneſster las melezinas: nin las ſsangri
as. E aſsſsy quando por los humores ſse
turba la ſsanidad del cuerpo: eſstonçes fa
ze meneſster la ſsangria: o la melezina pa
ra abaxar los. Aſsſsy como quando los
onbres turban la paz : que es meneſster la
guerra: o la batalla para los abaxar.
E aſsſsy quando los reyes tomãan las gue
rras como deuven: es muy bien de les en
ſseñar todas las maneras ſsobre dichas
de lidiar: porque puedãan tener todos ſsus
cibdadanos en paz.
Incunable (Séville, 1494).
⁋Mas aquií po
demos notar lo que cuenta en el dezeno[col. B]
libro de Alexandre: que deſspueés que to
da la tierra ouvo ſsoijuzgada: quiſso ſsoijuz
gar la mar : diziendo que todo el mun
do era muy pequeño reynado para el.
E quiſso ſsaber ſsi auvia otro mundo allen
de la mar: en que pudieſsſse enſseñorear a
ſsſsi como eneſste. E llamo a todos ſsus ca
ualleros dixo les. Amigos compa
ñeroſs: mucho vos ſso yo obligado:  mu
cho vos deuvo agradeſscer: que amaſstes
ſsiempre la mi vida la mi ſsalud: mas que
la vueſstra. E por que ſsiempre me ſsegui
ſstes deſsque ſsali de mi tierra faſsta agora
Mas ruego vos: que aſsſsi como no me
falleſsciſstes en la tierra: que no me fallez
cades en la mar. Ca quiero yr a ſsoijuz
gar los antipodes que eſstan de la otra
te de la tierra. E ellos reſspondieron le :
que muy de buena mente yrian do qui
er que el quiſsieſsſse. E allií entro el conellos
en la mar alta: ãanduuvo quinze dias por
la mar alta a buen viento que le ſsemeja
ua: que bolauvan las nauves. E allií ouvie
ron otro viento contrario: que tan altaſs
leuãantauva las ondas: que alas vezes las
ſsubia faſsta el cielo:  alas vezes las deſs
cendiafaſsta el abiſsmo: do todos ouvierõon
miedo:  cuydaron de ſser pereſsçidos:ſsya
non ſsolo Alexandre: en queen nunca cayo
miedo. E quando vio que non era vo
luntad de dDios: que paſsſsaſsſse allende: o
uo ſse de tornar. E allií ſse metio en la mar.
en vuna arca de vidro: con tres cauvalle
ros los mejores que en ſsu caſsa auvia. E mãan
do que lo touvieſsſsen quinze dias ſso la mar:
porque pudieſsſse ver que coſsa auvia en la
mar. E allií vio como los peſscados pele
auvan con los peſscados: los mayores
echauvan çeladas alos menores :  to
mauvan los en medio:  comian los. E
de allyý aprendio las çeladas que echan
en la tierra. ⁋E eſstonçes ſse fue quere
llar la natura al infierno: dixo a Lu
cifer. O padre: trayo te muchas que
rellas: Tan bien de los Dioſses: como[fol. ]
de los ombres de Alixãandre: que atormen
tan los elementos la tierra.⁊ los om̃eſs
que ſson en ella. ca no le cũunple que ha venci
do a dDariío treſs vegadaſs:  ſsoijuzgo toda
Aſsia:  a Meda: a Perſsia. E ha ven
cido Aporo:  ſsoijuzgado todas las Jn
dias. E es entrado en la mar alta: pa
ra la atormentar: quiere paſsſsar alos
Antipodes: quiere yr a cercar el pa
rayſso terrenal: donde tu echaſste el pri
mero ombre. E deſsque eſsto ouviere fecho
tiene de venir a cercar el infierno. Por
auventura es aquel: de quien dize eſsaiíaſs:
Que naſscera de virgen:  ſsera tan pode
roſso como dDios: E verna a quebrantar
eſsta carcel por ſsacar los catiuvos que tu
tieneſs aquií: E quando eſsto ouvo dicho: o
uieron muy grãand miedo los diablos to
dos que eſstauvan en el infierno. dixo a
los mayorales dellos. Vos que ſsodes
cabdillo de la muerte: venid ſsi pudiere
des contra tan grand daño como vos
de aquií puede naſscer. E ſsalid contra el
rey de los griegos:  cortad le la vida ſsy
pudieredes con muerte: que por auventu
ra no nos venga a quebrantar el infier
no. E a penas eſsto ouvo dicho:  leuvanto
ſse la traycion: con cara muy falaguera:
dixo.yo porne recabdo a efto:  non to
mare en ello grand trabajo. Ca ſse muy
bien en como lo he de fazer. Ca toma
re venino mortal:  non lo porne eñlen el va
ſso: nin en olla: nin en metal ninguno: ni
en vidro: nin vaſso de madera. Ca tan
ta es la ſsu fortaleza: que non le podra ſso
frir. Mas poner lo he en vña de cauva
llo. E eſste breuvajo ſsera dado a Alixan
dre con vino:  preſsta es la ocaſsion pa
ra gelo dar. Ca el quiere tomar a Ba
bylonia la grande: do fue tan glorioſsa
mente reſscebido como ya oyſstes. E allyý
ha de eſsperar todos los menſsajeros de
todos los reynos del mundo: que le vie
nen a fazer omenaje: a ofreſscer le pa
rias por todos los reynoſs del mũundo. Ca[col. B]
Francia le embia vun eſscudo de oro: lle
no de piedras precioſsas. E Cartajena
le embia vun yelmo: que reſsplandeſsce co
mo el ſsol: eſstaá çiñydo de piedras pre
cioſsas. E Alemaña le embiía vuna eſspa
da: que ſsemeja que deſstella ſsangre. E eſs
paña le embia vun cauvallo muy fermo
ſso:  de departidos colores: que trae fre
no de oro:  maſsca lo con los dientes fa
ziendo en el ſson marauvilloſso. E cecilia le
embia vuna loriga texida de anillos de a
zero:  marauvilloſsamente labrada:  cer
cada en las faldas de anillos de oro. E
ſsin eſstas coſsas todas: todos los reynos
del mundo le embian coronaſs de oro: lle
nas de piedras precioſsas: a moſstrar que
el es rey de los reyes:  ſseñor de todo el
mundo. E ſsin eſsto todo: cadavunas gen
tes embian dones muy precioſsos  muy
fermoſsoſs:  tales que a todo el mũundo po
driían inclinar a piedad:  a querer tales
vaſsallos. Ca los vunos; embian paños
de oro. E los otros embiãan purpuras. E
los otros piedras precioſsaſs. E los otroſs
paños de lana merina marauvilloſsos. E
todos le enbian mucho oro mucha pla
ta. E porque lo diga en ſsuma todas las
riquezas del mundo le traen allií:  lo que
no pueden traer: vienen gelo a ofreſscer.
E eél tomara con eſsto tanta loçania: que
cuydara que coſsa del mundo no le pue
de empeçer. E llamara a vun ſsu amigo :
que le dizen Antiípatro: que es adelan
tado de gGrecia. E fue aſsſsi criado: que ſsa
be moſstrar de fuera buen talente grãand
amor:  tene de dentro el venino grad
rencor. E eſste vernaá allií a llamado de
Alixãandre: porque allií encone ſsu vida en
grand honrra en grand plazer. E di
xo la traycioón: yo ſso deeſsa muy podero
ſsa entre todos los ombres mortales. E
ſsy me bien conoſscieſsſsedes: ſso vueſstra cri
ada. Ca ſsiempre me crie con vos:  mo
ro entre todos los grandes ombres: 
en los palacios de los grandes ſseñores.[fol. ]
E yo dare con Antipatro a Alixandre
ſseñor del mundo eſste breuvajo dõonde mue
ra. E deſspueés que ouvo reſsçebido todos
los dones:  dado la reſspueſsta alos men
ſsajeros todos:  dones muy honrrados
muy grandes algos. Dixo alos ſsuy
os. Ya non vos finca de conquerir co
ſsa que en el mundo ſsea:ſsino que Roma
que ſse nos es alçada: que la pongamos
por el ſsuelo. Ca do nos auvia fecho ome
naje: embiado corona de reyno: por
Aperimulo priíncipe romano: agora o
ſsa quebrantar el omenaje que nos fizo.
E por ende nos plaze de deſstruyr la pri
mera mente. E deſspueés prouvar ſsi ay o
tros mundos en que podamos enſseño
rear. Ca algunos philoſsophos dixie
ron: que ay muchos mundos. E eſste nu
eſstro es muy pequeño para nos. E con
uviene nos de yr buſscar los otros. Por
que los ayamos todos a mãandar. E deſs
pues que eſsto todo ouvo dicho: deman
do del vino. E vino Antipatro ſsu priuva
do falſso amigo:  deſstemplo ſsus yer
uas:  fue gelas dar. E allií lloro el cielo
ſsobre Alixandre: por que auvia de morir
entre ſsus amigos: el que nunca fuera ven
cido de ſsus enemigos. Ca aſsſsi como an
te en la ſsu naſscencia moſstro eſstas ſseña
les. La primera: que cayeron piedras
precioſsas verdaderas del cielo. La ſse
gunda: que fablo vun cordero en egypto
La tercera: que vuna galliína pario vu
dragon. La quarta: que dos aguilas
lidiaron todo el dia ſsobre la caſsa de ſsu
padre: en la qual caſsa la reyna pario a
Alixandre:ſsy non mintieron todos los
de la tierra que lo vieron por el ojo. E
dezian le : que mereſscio Alixandre mo
ſstrado de ſsu naſscencia por tantas ſseña
les: que tan ayna murieſsſse Ca ſsi fuera
pagado de honrra mortal. E ſsi ſse touvie
ra en ſsu humildad:  en tan grãand buena
andãança como el fue pueſsto. E ſsi tomara
aſsſsi ſsabor en la buena ventura que la to[col. B]
uiera por muy amarga : por auventura
non muriera ſsemejante muerte. E eſscu
ſsara el venino: que es mas cruel que o
tro cuchillo. E allií lloraron las eſstrellaſs
del cielo ſsobre Alixandre quando vino
la noche. E quando vino al alborada
non cayo roçio del cielo ſsobre la yerua
aſsſsi como ſsolia. E las auves en la maña
na no quiſsieron cantar:ſso las fojas co
mo ſsolian. Nin el ruyſseñor que canta
mas dulce mente que las otras auveſs: no
quiſso dar mas ſsu boz nin tañer ſsu çitola
E dizen los omes que el primero luzero
non quiſso ſsalir al dia: mas puſso ſse en la
mar: tornãando ſse a tras: enamarillecio
ſse perdio ſsu color. E el ſsol alço la cabe
ça:  armo ſse con ſsus rayos contradizien
do la muerte. E maguer no pudo enbar
gar el fado quiſsiera ſse tornar a pro eſs
tar quedo. E ſsi la ordenãança del fado no
contradixiera: el ſsol retornara ſse: porque
non reſsplandeſscieſsſse a ver tan mala mãan
zilla: que la ſsu lumbre mataſsſse la lum
bre del mundo. Mas ya viniera la ho
ra del ſsu fado: que auvia de abaxar la cabe
ça del muy alto rey. E non pudo eſstor
çer la cayda de todo el mundo. E ya el
palacio dauva olor:  reſsplandeſscia aſsſsy
como el ſsol de nobles compañas. E ya
la orden de los ricos ombres viniera. E
eſstauva delante quando demando el vi
no: do le fue dada la muerte. E paroó ſse
el cuerpo tan duro como vuna piedra: 
frio como vun marmol. E todo el pala
cio ſse eſstremeçio conel ruydo de las com
pañas. E non oſsauvan moſstrar el dolor:
cuydando que le podrian acorrer cõon me
lezina. E quando las yeruas enconarõon
las venas:  el pulmoón:  los pulſsos die
ron ciertas ſseñales de muerte. E man
doó poner vun lecho en meytad del pala
cio. E catoó a ſsus ricos ombres: que rom
piían ſsus caras con las vñas:  raſsgauãan
ſsus veſstiduras cõon laágrimas. Dixo aſsſsi.
Quãando verna otro tal rey a taleſs ſsieruoſs:[fol. ]
Ca a mi cumple me: que he enſseñorea
do a todo el mundo: ya vo me para el
cielo: que no me tengo por pagado de
ſste mundo: ya me llama dDios a mayor
reyno: que eſste. E aſsſsi murio vun tan no
ble ſseñor: por vun tan falſso priuvado. E
allií partioó todos ſsus reynos  reynadoſs
a aquellos ſsus ricos omes cauvalleros
priuvados:  a ſsus criados. E dio el rey
no de Egypto a Ptholomeo: man
doó ſsoterrar el ſsu cuerpo en Alixandriía:
la qual cibdad eél fiziera la nombrara
al ſsu nombre.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
E n este capítulo muestra en quál manera se deve fazer la nao , e en quál manera se deve acometer la batalla della, e a qué son ordenadas todas las batallas. Ca muchas de las cosas sobre dichas valen para saber en cómmo se ha de fazer la batalla de la mar. E por ende, non conviene de mucho prolongar en fablando desta batalla, mas solamente nos conviene de saber tres cosas: la primera es en cómmo se ha de fazer la nave para ser buena e rezia para la batalla. Do conviene de saber dos cosas, segunt que dize Vegeçio . La primera es que la madera donde se ha de fazer la nave[fol. 441r]non se deve cortar en todo tienpo: ca en el março nin en el abril en que ha grant humor en los árboles non se deve tajar la madera para la nave, mas dévese cortar en el jullio e en el agosto, o en aquél tienpo en que menos humidat ha en la madera, e los árboles están más secos. Lo ii° es que cortos los maderos, non se deve fazer la nave luego, mas aun deven los dexar secar, e después assorrarlos en tablas, e dexarlos grant tienpo asecar. Ca si estando verdes se fiziesse la nave, quando después fuessen secos fazer se ýan grandes aberturas en ellos, e esto sería muy grant peligro. Ca quando oviessen alidiar tanto avrían que fazer en çerrar los forados que se non podrían defender de los enemigos. La ii° cosa que nos conviene de saber es en cómmo se ha de fazer la batalla en la nave bien fecha e bien basteçida. E maguera la batalla canpal e de la mar ayan muy grand semejança en uno, ca[col. B]en cada una dellas deven ser los lidiadores bien armados, e saber se bien encobrir de los golpes. Enpero, en la batalla de la mar deven ser los marineros más armados, porque pueden mejor sofrir el peso de las armas: ca están en un logar e non se mueven commo los otros. E avn porque la batalla de la mar es más peligrosa que la de la tierra, e [sic] quanto a esta batalla de la mar, han menester los lidiadores diez cosas para bien lidiar. Lo primero, han menester fuego de alquitrán, ca conviéneles de aver muchos orços llenos de pez e de piedra sufre, e de resinar de olio, que esté todo enbuelto con estopas. E quando vinieren a la batalla, dévelos [sic] encender e lançar en la nave de los enemigos. E echandolos asý, quebrantarán e ençederán la nave, e quando echaren el fuego, entonçe deve bravamente lidiar por que nn lo puedan matar. Lo ii°, ha menester de poner çeladas, ca asý commo en tierra se ponen las çeladas por que fieran a desora sobre los enemigos, así en la mar[fol. 441v]se ponen en pos de algunas yslas, por que puedan a desora venir e dar sobre las naves de sus enemigos. Lo iii°, deven los marineros alçarse a lo más fondo de la mar, así que puedan las naves de los enemigos enpuxar a la tierra o a las riberas, porque pierdan la virtut del marinar e del lidiar. Lo iiii°, deven atar al mastel de la nave un grant madero ferrado de anbas partes, para ferir en las naves e en los marineros. E este es tal commo el carnero con que foradan los muros de la çibdat çercada. E dévese en tal manera atar con el mastel, por que lo puedan lançar e traer a commo quién lança garrocha. Lo quinto, deven aver muy anchas saetas, con que tonpan las velas. Ca rotas e foradadas las velas, non podrán retener los vientos, nin podrán los marineros aver poder para lidiar, nin para fuyr.[col. B]Lo vi°, deven aver los marineros un fierro corvo a manera de foz que taje bien que puedan echar a las cuerdas que retienen las velas, así que las tajen e que derriben las velas. Ca las velas derribadas, nunca podrán lidiar los que están en las naves. Lo vii°, deven aver harpones con que fieran en las naves: así que quando vieren que quieren fuyr, que los prendan e non los dexen fuyr. Lo viii°, deven aver muchos orços llenos de cal, que puedan echar en las naves de los enemigos, así que los puedan çegar con el polvo, por que non se puedan defender: la qual cosa es muy peligrosa, tan bien en la batalla de la tierra commo de la mar. Lo nono, deven aver muchos orços llenos de xabón, que echen en las naves de los enemigos, asý que los non dexen andar por las naves. Ca el xabón faze mucho escorrer e deleznar los pies, que se non pueden los omes tener. Lo déçimo, deven aver consigo marineros que puedan entrar so la mar, e estar ý grant rato. E deven[fol. 442r]los echar en pos de las naves, por que los non vean echar los enemigos. E estos tales deven levar consigo taladros e foradar las naves de los enemigos de muchos forados. E así conbatiendo, quando non cuydaren, meter los han so el agua. E aun deven aver consigo muchas piedras para conbatir los enemigos, e guardando bien todas las cabtelas sobredichas, podrán vençer los enemigos. La terçera cosa que nos conviene de saber es a qué son ordenadas todas las batallas, tan bien las de la tierra commo las de la mar. E aquí conviene de notar lo que dize el philósofo, que nós non lidiamos por querer lidiar, mas por aver paz. En dos maneras se puede fazer tal lid: o se faze por codiçia de ganar algo, o de vengarse de los enemigos. Mas si la batalla buena es e derecha, nunca se faze sinon por aver paz, e a sossiego e por bien común. Ca tales son las batallas[col. B]entre los omes commo las purgas e las sangrias entre los enfermos: ca así commo en el cuerpo el omne son muchos humores, e quando non están desigualados, non es menester melezina ninguna, nin sangría, assí quando los omes se han bien los unos con los otros, e non se fazen tuero los unos a los otros, non se deven fazer guerras. Bien así, quando los humores están bien egualados, non son menester las melezinas, nin las sangrías. E así commo quando por los humores se turba la sanidat del cuerpo, entonçe faze menester la sangría o la melezina para abaxarlos, así commo quando los omes turban la paz es menester la guerra o la batalla para los abaxar. E asý quando lo Reyes toman las guerras commo deven, es muy bien de les enseñar todas las maneras sobredichas de lidiar, por que puedan tener todos sus çibdadanos en paz.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Mas aquí podemos notar lo que cuenta en el déçimo libro de Alexandre, que después que toda[fol. 442v]la tierra ovo subjugado, quiso subjugar la mar, diziendo que todo el mundo era muy pequeño reynado para él. E quiso saber si avía otro mundo allen la mar, en que pudiesse enseñorear así commo en este. E llamó a todos sus cavalleros, e díxoles: amigos e conpañeros, mucho vos yo obligado e mucho vos devo agradeçer, que amastes sienpre la mi vida e la mi salud más que la vuestra. E por que sienpre me segistes [sic] desque salí de mi tierra fasta agora, más ruegovos que así commo me non falleçistes en la tierra, que non me fallescades en la mar. Ca quiero yr a subjugar los Antípodes que están de la otra parte de la tierra. E ellos respondiéronle que muy de buena mente yrían doquier que él fuesse, e yr quisiere. E allí entró él con ellos en la mar alta, e andudo quinze días en al mar alta con buen viente, que le semejava que bolavan las naves. E allý ovieron otro biento[col. B]contrario que tan altas levantava las ondas que a las vezes los subía fasta el çielo, e a las vezes los deçendía fasta el abismo: de lo qual todos ovieron miedo, e cuydaron ser pereçidos sinon solo Alexandre en quien nunca cayó miedo. E quando vido que non era voluntad de Dios que passasse allende, óvose de tornar, e allí se metió en una arca ¿ vidro? en la mar con tres cavalleros los mejores que en su casa avía, e mandó que lo toviessen quinze días so la mar, por que pudiesse ver qué cosa avía en la mar. E allí vido commo los pescados peleavan con los pescados, e los mayores echavan çeladas a los menores, e tomavanlos en medio, e comíanlos. E de allí pensó las çeladas que enchan la tierra, e entonçe se fue querellar la natura al infierno, e dixo a Luçifer: O padre trayote muchas querellas tanbién de los Dioses commo de los omnes de Alexandre, que atormentan los elementos e la tierra e los omnes que son en ella. Ca non le cunple que ha vençido a Darío tres ve[fol. 443r]gadas, e subjugó toda Asia, e a Media e a Persia. E ha vençido a Poro, e subjugado a todas las indias, e es entrado en la mar alta, para la atormentar, e quiere passar a los antípodes, e quiere yr a çercar el parayso terrenal, donde echaste el primero omne. E desque esto oviere fecho, tiene de venir çercar el infierno: por aventura, es aquél de quien dize Ysayas que naçerá de virgen, e será tan poderoso commo Dios. E verná a quebrantar esta carçel por sacar los cativos que tienes aquí. E quando esto ovo dicho, ovieron muy grant miedo los diablos todos que estavan en el infierno, e dixo a los mayores dellos: vós que sodes caudillos de la muerte, venit si pudiérdes contra tan grant dapño commo voz de aquí puede naçer; e salid contra el Rey de los Griegos, e cortatle la vida, si pudierdes con muerte, que por aventura non nos venga a quebrantar el infierno. E apenas[col. B]esto ovo dicho, e levantósse la trayçión con cara muy falaguera, e dixo: yo porné recabdo a esto, e non tomaré en ello grant trabajo. Ca muy bien en cómmo lo he de fazer, ca tomaré venino mortal, e non lo porné en vaso nin en vidro nin en vasa de madera. Ca tanta es la su fortaleza que non le podrán sofrir: mas poner lo he en uña de cavallo: e este beurajo será dado a Alexandre con vino, e presta es la ocasión para gelo dar. Ca él quiere tomar a Babilonia la grande, do fue tan gloriosamente reçebido, commo ya oystes. E allí ha de esperar todos los mensajeros de todos los regnos del mundo, que le vienen a fazer omenaje, e a ofreçerle parias por todos los regnos del mundo. Ca Françia le enbía un escudo de oro lleno de piedras preçiosas, e Cartagena le enbía un yelmo que resplandeçe commo el sol, e está çintado de piedras preçiosas. E Alemaña le enbía una espada, que[fol. 443v]semeja que destella sangre. E España le enbía un cavallo muy fermoso, e de departidos colores, que trae freno de oro, e máxcalo con los dientes, faziendo en él son maravilloso. E Çiçilia le enbía una loriga texida de anillos de azero, e maravillosamente labrado, e çercada en las faldas de anillos de oro. E sin estas cosas todas, todos los regnos del mundo le enbían coronas de oro llenas de piedras preçiosas, a mostrar que es Rey de los Reyes, e Señor de todo el mundo. E sin esto todo, cada unas gentes enbían donas muy preçiosas e muy fermosas, e tales que a todo el mundo podrían inclinar a piedat e a querer tales vassallos. Ca los unos enbían paños de oro, e los otros enbían púrpuras, e los otros, piedras preçiosas; e los otros, paños de lana merina maravillosos: e todos le enbían mucho oro, e[col. B]mucha plata. E por que lo diga en suma, todas las riquezas del mundo le traen allí, e lo que non pueden traer, vienen gelo a ofreçer. E él tomará con esto tanta loçanía, que cuydará que cosa del mundo non le puede enpeçer. E llamará a un su amigo que le dize Antípatro, que es adelantado de Greçia e fue así críado que sabe mostrar de fuera buen talante e grand amor, e tiene de dentro el venino e grand rencor: e éste verná allý, a llamado de Alexandre, por que allí encone en su vida en grant onrra, e en grand plazer. E dixo la trayçión: yo so deessa muy poderosa entre todos los omes mortales: e si me bien conoçedes, so vuestra criada, ca sienpre me crié con vos, e moro entre todos los grandes omes en los palaçios de los señores. E yo daré con Antípatro a Alexandre, Señor del mundo, este beurajo, donde muera. E después que ovo reçebido todas las donas[fol. 444r]e dado la respuesta a los mensajeros todos e donas muy onrradas e muy grandes algos, dixo a los suyos: ya non vos finca de conquerir cosa que en el mundo sea, sinon que Roma que se nos es alçada, que la pongamos por el suelo. Ca do nos avía fecho omenaje, e enbíado corona de Regno, por Eperimulo, prínçipe romano agora osa quebrantar el omenaje que nos fizo. E por ende, nos plaze de destruyrla primeramente, e después provar si ay otros mundos en que podamos enseñorear. Ca algunos philósophos dixeron que hay muchos mundos: e este nuestro es muy pequeño para nós. E conviénenos de yr buscar los otros por que los ayamos todos a mandar. E después que esto todo ovo dicho, demandó del vino: e veno Antípatro, su privado e falso amigo, e destenpló sus yervas, e fuégelas dar. E allí lloró[col. B]el çielo sobre Alexandre, porque avía de morir entre sus amigos el que nunca fuera vençido de sus enemigos. Ca así commo ante en la su naçençia mostró estas señales: la primera, que cayeron piedras preçiosas verdaderas del çielo, la segunda, que fabló un cordero en Egipto, la terçera, que una gallina parió un dragón, la quarta, que dos águilas lidiaron todo el día sobre la casa de su padre, en la qual casa la Reyna parió a Alexandre, si non mintieron todos los de la tierra que lo vieron por el ojo. E ¿ hazielles? que mereçió Alexandre mostrado de su naçençia por tantas señales, que tan ayná muriesse. Ca si fuera pagado de onrra mortal, e si se toviera en su humildat e en tan grant buena andançia commo él fue puesto, e si tomara así sabor en la buena ventura, que la toviera por muy amarga por aventura, e allí lloro  
vos . E escusara el venino que es más cruel que otro cuchillo: e allí lloraron las[fol. 444v]estrellas del çielo sobre Alexandre, quando veno la noche. E quando veno al alborada, non cayó roçío del çielo sobre la yerva, así commo solía, e las aves en la mañana non quisieron cantar so las fojas commo solían, nin el ruyseñor, que canta más dulcemente que las otras aves, non quiso dar su voz nin tañer su çítola. E dizen los omnes que el primero luzero non quiso salir al día, mas púsose en la mar, tornándose atrás, e enamarilleçiosse, e perdió su color. E el sol alçó la cabeça, e armóse con sus rayos contradiendo contradiziendo la muerte. E maguer non pudo enbargar el fado, quisierase tornar a pro, e estar quedo. E si la ordenança del fado non contradixera al sol, retornarasse por que non resplandeçiesse a ver tan mala manzilla, que la su lunbre matasse la lunbre del mundo. Mas ya viniera la ora del su fado, que avía de abaxar la cabeça del muy[col. B]alto Rey, e non pudo estorçer la cayda de todo el mundo. E ya el palaçio dava olor, e resplandeçía así commo el sol de nobles conpañas; e ya la orden de los ricos omes viniera, e estava delante quando demandó el vino do le fue dada la muerte. E parósse el cuerpo tan duro commo una piedra, e frío commo un marmol, e todo el palaçio se estremeçió con el ruydo de las conpañas. E non osavan mostrar el dolor: cuydando que le podría acorrer con melezina. E quando las venas enconaron las venas, e el pulmón e los pulsos, dio çiertas señales de muerte. E mandó poner un lecho en meytad del palaçio, e cató a sus ricos omnes que ronpían sus caras con las uñas, e resgavan sus vestiduras con lágrimas. Dixo así: ¿quando verná otro tal Rey a tales siervos? Ca a cúnpleme que he enseñoreado a todo el mundo, e ya vome para el çielo, que non me tengo por pagado de este mundo: ya me llama Dios a mayor[fol. 445r]regnado que este. E así murió un tan buen señor, por un tan falso privado. E allí partió todos sus regnos e regnados a aquéllos sus ricos omnes e cavalleros e privados, e a sus críados. E dio el regno de Egipto a Tolomeo, e mandó soterrar el su cuerpo en Alexandría, la qual çibdat él fiziera e nonbrara al su nonbre.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
A
quií comȷiença la iiȷ̃iªiiȷ̃iª parte deſted’este ter
çero lȷibro, en que mueſstra en coómo
ſse ha de gouernar el Rregno e la çib
dat en tpõtiempo de gueɼɼrra.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.

Capiítulo
¿ primero ? E contie
ne xxȷiȷiȷi capiítulos
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
Comȷienca la terçera parte del terçero libro
en que ha · xxiiȷi· capítulos· .
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.

Capítulo primero en que mueſstra en comõmmo ſse
ha de gouernar el ɼregno e la çibdat en [FAIRE]tiempo de guerra· .
Ms. 332/131 de la Bibliothèque Universitaire de Séville.
aqui comȷiença la terçera parte del
terçero lȷibro poſstrimero e cõontiene
en ſsy veynte e doſs capítulos
Ms. 332/131 de la Bibliothèque Universitaire de Séville.

capítulo p̃mprimero