Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Sin
las
condiçiones
sobredichas
enel
capítulo
sobredicho,
conviéneles
que
ayan
otras
ocho
condiçiones
los
lidiadores.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
La
primera
es
que
sean
buenos
ajobadores,
e
que
puedan
sofrir
grandes
pesos,
tan
bien
de
armas
commo
de
otras
cosas
que
les
les
son
menester.
Ca
si
non
pudiesen
bien
sofrir
el
peso
de
las
armas,
non
valdrían
nada
para
las
batallas.
Ca
los
enemigos
mucho
acometen
a
los
los
desarmados.
La
ij°
condiçión
es
que
deven
ser
muy
ligeros,
así
que
puedan
continuada
mente
mente
mouer
sus
mienbros.
Ca
qualquier
que
enla
batalla
se
mueue
de
ligero
e
anda
de
vna
parte
a
otra,
a
penas
o
nunca
puede
ser
ferido,
así
como
quando
la
señal
se
mueue
e
non
está
fincada
en
un
lugar,
non
le
puede
açertar
el
ballestero.
E
esto
vale
tan
bien
para
ferir
commo
para
escusar
los
golpes,
ca
el
que
se
mueve
continuada
mente
mente
e
ligera
mente
mente
mayores
golpes
puede
dar,
por
razón
del
movimiento.
La
iij°
es
que
los
buenos
lidiadores
non
deven
auer
grant
cuydado
de
las
las
viandas,
nin
de
mucho
comer.
Ca
graue
cosa
es
de
sofrir
el
peso
de
las
las
armas,
e
traer
consigo
abundançia
de
viandas,
ca
aun
quelas
puedan
traer
sin
trabajo,
menester
les
es
de
comer
muy
mesurada
mente,
mente,
por
quela
vianda
non
les
enbargue
los
cuerpos,
e
por
que
puedan
mejor
sofrir
el
trabajo
de
la
la
lid.
La
iiij°
es
que
non
les
conviene
de
auer
grant
cuydado
del
yazer,
ca
conviene
a
los
los
lidiadores
de
día
e
de
noche
de
se
parar
al
trabajo
del
mal
yazer
e
de
poco
folgar.
La
v°
es
que
les
conviene
de
poner
sus
cuerpos
a
peligros
de
muerte
por
justiçia
e
por
el
bien
común.
Ca
segunt
que
dize
el
philósopho,
el
buen
lidiador
non
deue
de
reçelar
de
morir
bien
enla
batalla.
E
entonçe
muere
bien,
quando
se
pone
ala
muerte
por
defendimiento
de
la
la
tierra,
o
por
fecho
de
justiçia.
La
vj°
es
que
non
deue
temer
de
derramar
su
sangre,
ca
el
que
es
omne
mugeril
e
teme
de
despuzir
su
sangre
non
vale
nada
para
la
fazienda,
ca
nunca
dará
grant
golpe
al
su
enemigo
donde
muera
La
vij°
es
que
les
les
conujene
de
auer
grant
sabiduría
para
se
encobrir
delos
golpes,
e
para
ferir
los
enemigos.
Ca
segunt
dize
el
philósopho,
la
fin
de
la
la
arte
de
la
cavallería
es
auer
victora
o
vençer.
E
çierto
es
que
quando
los
lidiadores
se
saben
bien
encobrir
e
guardar
de
los
golpes,
e
han
arte
para
ferir
los
enemigos,
entonçes
pueden
de
ligero
vençer
los.
La
viij°
es
quelos
lidiadores
deven
tomar
muy
grant
vergüença
de
fuyr
torpe
mente.
mente.
E
quando
los
lidiadores
dessean
de
ser
mucho
onrrados
por
lid,
entonçe
se
guardan
mucho
de
fuyr,
por
que
non
sean
desonrrados
nin
enusgonçados.
Ca
segunt
que
dize
el
philósopho,
entre
aquellos
que
onrran
los
fuertes
e
los
buenos
lidiadores,
son
los
omes
que
pugnan
por
ser
muy
fuertes.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Mas
aquí
conviene
de
notar4
que
todas
estas
condiçiones
sobredichas
deven
auer
los
lidiadores
quando
la
lid
es
justa
e
derecha;
ca
entonçe
non
deven
temer
la
muerte,
nin
de
escusar
de
derramar
su
sangre
por
la
justiçia
e
por
defendimiento
de
la
la
tierra;
e
de
aquí
pareçe
de
quáles
lidiadores
deven
escojer
los
reyes
para
defender
bien
sus
tierras
e
sus
regnos.
Ca
tales
son
de
escojer
que
ayan
estas
condiçiones
sobredichas.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Mas
aquí
conviene
de
saber
que
para
quelos
reyes
ayan
victoria
enlas
faziendas
que
comiençan,
conviéneles
de
auer,
a
ellos
e
a
sus
cavalleros,
otras
quatro
condiçiones,
sin
las
quales
nunca
podrían
auer
victora,
nin
vençer
sus
enemigos.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
La
primera
es
que
sean
muy
fieles
e
muy
verdaderos.
Ca
si
por
auentura
enellos
non
ouiesse
fieldat
e
verdat
entre
sy
e
conlos
suyos,
nunca
podrían
alcançar
victoria.
La
ij°
es
que
ayan
entre
sý
verdadera
amistança,
tan
bien
el
rey
conlos
suyos,
commo
los
cavalleros
mesmos
entre
sí.
Onde
dize
Jullio
Çésar,
el
señor
que
non
trabaja
por
que
sea
amado
de
sus
cavalleros
non
sabe
amar
cavallería,
nin
puede
alcançar
victoria.
Onde
leemos
enla
vida
delos
enperadores
dél,
que
nunca
prouaua
sus
cavalleros
de
otra
guisa,
si
non
de
verdadera
amistança:
e
tratáua
los
los
así
benigna
mente
mente
commo
así
mesmo
mayor
mente
mente
enel
tienpo
de
la
la
guerra,
e
guardáuasse
mucho
entonçe
de
ofender
a
ninguno,
nin
aún
entonçe
quería
poner
castigo
sino
solamente
sobre
las
discordias,
las
quales
castigaua
muy
cruel
mente.
mente.
Éste
llauamaua
a
sus
cavalleros
hermanos
e
amigos,
e
amáua
los
los
tanto
commo
así
mesmo.
E
acaeçió
que
una
vez
por
que
algunos
sus
cavalleros
murieron
en
tiro
en
la
fazienda,
messósse
la
barua
toda,
e
nunca
ante
la
dexó
creçer
fasta
que
les
ouo
vençido.
Por
la
qual
cosa
troxo
los
coraçones
de
todos
los
cavallero
assý,
e
fízolos
tan
deuotos
e
tan
fuertes
lidiadores
que
nunca
enel
mundo
ouo
mejores.
Onde
dize
allí
que
non
ha
cosa
enel
mundo
que
más
trayga
los
omes
así
mayor
mente
mente
en
tienpo
de
guerra,
que
mostróles
el
señor
grant
amor,
e
muy
buen
talante.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
E
desto
dize
Tullio
enel
libro
ij°
delos
Ofiçios,
xix°
ca°capítulo,
que
más
trae
el
prínçipe
los
coraçones
delos
suyos
a
sý
por
amor
que
por
dineros
nin
por
dones.
E
trae
enxenplo
allí
de
Philipo
que
enbió
dezir
a
Alexandre
en
una
epístola
que
dize
así
muy
apuesta
mente:
mente:
El
rey
Philipo
acuso
a
Alexandro,
su
fijo,
diziendo:¿
Quál
mal,
o
quál
razón
te
traxo
a
esta
vana
esperança,
que
cuydas
tú
que
aquéllos
te
serán
fieles
enla
fazienda,
los
quales
tú
corronpiste
por
dineros
e
por
dones?¿
E
por
auentura
fazes
esto
por
que
los
griegos
non
te
tengan
por
su
rey,
mas
por
su
espensero,
o
por
su
mayordomo?
E
porque
esto
es
muy
suzia
cosa
para
rey,
dizo
Philipo
que
más
era
corrupción
que
largueza.
Ca
el
que
toma
algo
sienpre
faze
peor,
esperando
que
sienpre
le
darán:
e
está
sienpre
aparejado
para
reçebir.
E
donde
non
le
dan
sienpre,
tiene
mientes
a
mal.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
E
este
mandammiento
dio
Philipo
asu
fijo,
mas
tomemos
lo
nos
para
todos
los
reyes.
E
esto
dize
Valerio
enel
vij°
li°libro,,
ij°
ca°capítulo,
do
añade
más,
que
el
abuelo
de
Philipo
por
la
mayor
parte
fue
más
mercador
de
Greçia
que
vençedor.
E
desto
le
reprehendió
su
fijo
enesta
epístola,
diziendo
a
Alexandre
que
non
fuesse
tal
commo
su
abuelo,
mercador
delos
vassallos,
nin
los
conprasse,
ca
sienpre
se
ellos
querrían
vender
con
aquella
manera;
enpero
que
non
negó
que
el
rey
deua
ser
largo
e
muy
dador,
ca
los
omnes
nunca
se
fartan
codiçiando.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
E
por
ende
conviene
les
de
dar
toda
vía,
segunt
que
dize
Séneca
enel
li°libro
iiij°
delos
Benefiçios,
xx°viij°
ca°capítulo,
do
cuenta
deste
Philipo,
que
toda
la
tierra
tiró
a
un
cavallero,
e
dióla
a
otro.
E
dize
que
los
reyes
muchas
cosas
deven
dar
los
ojos
çerrados
en
tienpo
de
guerra,
ca
un
omne
non
puede
cunplir
a
tantas
e
tan
armadas
codiçias.
Nin
puede
ninguno
en
ningunt
tienpo
ser
buen
caudillo
e
buen
varón.
E
quiere
dezir
que
por
la
grandes
codiçias
que
hay
enlos
omes
alas
vezes
los
reyes
son
costreñidos
de
tomar
a
los
los
unos
e
de
dar
a
los
los
otros.
E
concluye
allí,
en
aquella
epístola,
que
el
rey
mejor
trae
sus
cavalleros
así,
e
más
fieles
los
faze
por
amor,
queriendo
los
bien
e
mostrando
les
buen
talante,
que
por
aueres
nin
por
dineros.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Onde
cuenta
Valerio
enel
viij°
lib°,
que
Temistodes
tenía
en
sus
memoria
los
nonbres
de
todos
sus
çibdadanos;
e
Tito
sabía
esso
mesmo,
los
nonbres
de
todos
sus
cavalleros,
por
que
por
sus
nonbres
los
llamasse,
mostrando
les
mayor
talante.
E
el
enperador
Mitriades
aprendió
veynte
e
dos
lenguas
de
gentes
que
eran
enel
su
inperio,
por
que
pudiesse
fablar
a
cada
unas
genres
en
sus
lengua
sin
interpetrador.
E
Tito,
por
que
saludasse
asus
cavalleros
sin
otro
medianero,
e
esto
fazían
por
que
troyessen
los
suyos
asu
amor.
La
iij°
cosa
que
deven
auer
los
reyes
e
los
cavalleros
para
bien
lidiar
es
fe,
sin
la
qual
nunca
les
ayudaría
Dios,
que
es
vençedor
de
todas
las
faziendas.
E
la
iiij°
çerca
desta
es
que
deven
auer
grant
esperança
en
dios,
ca
todo
omne
que
comiença
fazienda
deue
auer
verdadera
fe
e
firme
esperança,
e
piadosa
humildança
a
Dios,
rogandole
que
él
sea
caudillo
de
su
fazienda,
e
defendedor
de
los
suyos,
a
enxenplo
de
Moysén
que
alçaua
las
manos
a
Dios
con
grant
deuoçión,
quando
lidiauan
los
suyos5,
por
que
vençiessen,
segunt
que
deximos
de
suso.
Onde
dize
enel
de
Breronomj,,
xx°
ca°capítulo,
si
salieres
ala
fazienda
contra
tus
enemigos,
non
le
temas,
ca
Dios
es
contigo.
E
quando
entraren
enla
fazienda,
estará
el
saçerdote
ante
el
pueblo,
e
dirá
assí:
amigos,
non
temades,
que
Dios
nuestro
Señor
está
en
medio
deuos,
e
él
nos
defiende
e
nos
guarda
dellos.
E
desto
hay
enxenplo
enla
Ystoria
delos
Romanos:
Teodosio,
quando
ouo
de
lidiar
con
Eugenio
e
con
Arhogaste,
que
le
tenían
tomados
los
montes
con
grant
cavallería,
e
entonçe
Theodosio
echóse
en
oraçión
toda
la
noche,
e
con
grant
ayuno,
non
durmiendo
mas
velando,
ganó
victoria
de
Dios
contra
sus
enemigos.
E
maguera
él
sopiesse
que
le
avían
desanparado
todos
los
suyos,
e
que
estava
çercado
de
sus
enemigos,
metiósse
enla
fazienda
con
la
fuzia
de
Dios,
e
fizo
el
signo
de
la
la
cruz
en
su
fruente,
e
persiguió
los
enemigos
asý
commo
si
todos
los
suyos
le
siguiessen:
e
ouo
victoria
dellos,
segunt
que
le
le
auía
dicho
Iohan
Hermitaño.
E
dize
allí
que
de
parte
de
Teodosio
se
leuantó
un
tan
grant
viento
que
tornaua
los
dardos
e
las
saetas
contra
sus
enemigos:
e
así
fueron
vençidos,
e
preso
Eugenio,
e
muerto
Arbegasto,
con
su
mano
propia.
E
de
aquí
pareçe
quánto
vale
la
justiçia
enel
prínçipe
para
la
fazienda
e
la
oraçión
afincada,
e
la
fe
verdadera:
desto
posimos
de
suso
otros
mucho
enxenplos.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Syn
las
condiciones
sobredichas
en
el
capítulo
sobre
dicho,,
conviéneles
que
ayan
otras
ocho
condiçiones
los
lidiadores.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
La
primera
es
que
sean
buenos
ajobadores,
e
que
puedan
sofrir
grandes
pesos,
tan
bien
de
armas
commo
de
otras
cosas
que
les
son
menester.
Ca
sy
non
pudiesen
sofrir
el
peso
de
las
armas,
non
valdrían
nada
para
las
batallas:
ca
los
enemigos
mucho
acometen
a
los
desarmados.
La
segunda
condiçión
es
que
deven
ser
muy
ligeros,
así
que
puedan
continuadamente
mover
sus
mienbros.
Ca
qualquier
que
en
la
batalla
se
mueve
de
ligero,
e
anda
de
una
parte
a
otra
apenas
o
non
puede
ser
ferido,
así
commo
quando
la
señal
se
mueve
e
non
está
fyncada
en
un
lugar
non
la
puede
açertar
el
ballestero.
Et
esto
vale
tan
bien
para
ferir
commo
para
escusar
los
golpes.
Ca
el
que
se
mueve
continuadamente
e
ligeramente
mayores
golpes
puede
dar,
por
razón
del
movimiento,
e
mejor
puede
escusar
los
golpes
del
enemigo.
La
iii°
es
que
los
buenos
lidiadores
non
deven
aver
grant
cuydado
de
las
viandas,
nin
de
mucho
comer:
ca
grave
cosa
es
de
sofrir
el
peso
de
las
armas,
et
traer
consigo
abondança
de
viandas.
Ca
aun
que
las
puedan
traer
syn
trabajo,
menester
les
es
de
comer
mesuradamente,
por
que
la
vianda
non
les
enbargue
los
cuerpos,
e
que
puedan
mejor
sofrir
el
trabajo
de
la
lid.
La
iiii°
es
que
non
les
conviene
de
aver
grant
cuydado
del
yazer.
Ca
conviene
a
los
lidiadores
de
día
e
de
noche
de
separar
al
trabajo
de
mal
yazer
e
de
poco
folgar.
La
v°
es
que
les
conviene
de
poner
sus
cuerpos
a
peligros
de
muerte
por
justiçia
e
por
el
bien
común.
Ca
segund
que
dize
el
philósopho,
el
buen
lidiador
non
deve
recelar
de
morir
bien
en
la
batalla:
et
estonçe
muere
bien
quando
se
pone
a
la
muerte
por
defendimiento
de
la
tierra,
e
por
fecho
de
justiçia.
La
vi°
es
que
non
deve
temer
de
derramar
su
sangre:
ca
el
que
es
omne
mugeril,
e
teme
de
desparzir
su
sangre,
non
vale
nada
para
la
fazienda:
ca
nunca
dará
grant
golpe
al
su
enemigo
donde
muera.
La
vii°
es
que
les
conviene
de
aver
grand
sabiduría
para
se
encobrir
de
los
golpes,
e
para
ferir
los
enemigos;
ca
segund
que
dize
el
philósopho,
la
fyn
del
arte
de
la
cavallería
es
aver
victoria,
o
vençer.
Et
çierto
es
que
quando
los
lidiadores
se
saben
bien
cobrir
e
guardar
de
los
golpes25,
e
an
arte
para
ferir
los
enemigos,
estonçe
pueden
de
ligero
vençerlos.
La
viii°
es
que
los
lidiadores
deven
tomar
muy
grant
verguença
de
fuyr
torpemente.
Et
quando
los
lidiadores
desean
mucho
de
ser
honrrados
por
la
lid,
entonçes
se
guarden
mucho
de
fuyr,
por
que
non
sean
desonrrados,
nin
envergonçados.
Ca
segund
que
dize
el
philósopho,
entre
aquéllos
que
honrran
los
fuertes
e
los
buenos
lidiadores,
son
los
omnes
que
punan
por
ser
muy
fuertes.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Mas
aquí
conviene
de
notar
que
todas
estas
condiçiones
sobredichas
deven
aver
los
lidiadores
quando
la
lid
es
justa
e
derecha:
ca
estonçe,
non
deven
temer
la
muerte,
nin
de
escusar
de
derramar
su
sangre
por
la
justiçia
e
por
defendimiento
de
la
tierra.
E
de
aquí
paresçe
de
quáles
lidiadores
deven
escoger
los
Reyes
para
defender
bien
sus
tierras
e
sus
regnos.
Ca
tales
son
de
escoger
que
ayan
esta
condiçiones
sobredichas.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Mas
aquí
conviene
de
saber
que
para
que
los
reyes
ayan
vitoria
en
las
faziendas
que
comiençan,
conviéneles
de
aver
a
ellos
e
a
sus
cavalleros
otras
quatro
condiçiones
syn
las
quales
nunca
podrían
aver
vitoria,
nin
vencer
a
sus
enemigos.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
La
primera
es
que
sean
muy
fieles
e
muy
verdaderos:
ca
si
por
aventura
en
ellos
non
oviese
fialdat
e
verdat,
nunca
podrían
alcançar
vitoria.
La
ii°
es
que
ayan
entre
sí
verdadera
amistança
tanbién
el
Rey
con
los
suyos
commo
los
cavalleros
mesmos
entre
sí.
Onde
dize
Jullio
Çésar:
el
señor
que
non
trabaja
por
que
sea
amado
de
sus
cavalleros
non
sabe
amar
cavallería,
nin
puede
alcançar
vitoria.
Onde
leemos
en
la
vida
de
los
enperadores
del
que
nunca
provava
sus
cavalleros
de
otra
guisa,
synon
de
verdadera
amistança:
et
trae
a
así
benignamente
commo
así
mesmo,
mayormente
en
el
tienpo
de
la
guerra:
et
guardávase
mucho
estonçe
de
ofender
a
ninguno,
nin
aún
estonçe
quería
poner
castigo
sinon
solamente
sobre
las
discordias
que
castigava
muy
cruelmente.
Et
éste
llamava
a
sus
cavalleros
hermanos
e
amigos,
e
amávalos
tanto
commo
a
sí
mesmo,
e
acaesció
que
una
vez,
por
que
algunos
sus
cavalleros
morieron
en
tiro
en
la
fazienda,
mesóse
la
barva,
e
nunca
ante
la
dexó
creçer
fasta
que
los
ovo
vençido;
por
la
qual
troxo
los
coraçones
de
todos
los
cavalleros
a
sý,
e
fízolos
tan
devotos
e
tan
fuertes
lidiadores
que
nun
ca
ovo
mejores.
Onde
dize
allí,
non
ha
cosa
en
el
mundo
que
más
trayga
los
omnes
a
sí
mayormente
en
tienpo
de
guerra
que
mostrarles
el
señor
grant
amor,
e
muy
buen
talente.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Et
desto
dize
Tullio
en
el
libro
ii°
de
los
Ofiçios,
a
los
xix
capítulo,
que
más
trae
el
prínçipe
los
coraçones
de
los
suyos
a
sí
por
amor
que
por
dineros,
nin
por
dones:
e
trae
enxenplo
allí
de
Felipo
que
enbió
dezir
a
Alexandre
en
una
epístola
que
dize
así
muy
apuestamente:
el
Rey
Felipo
acuso
a
Alexandre
su
fijo,
deziendo
quál
mal,
o
quál
razón
te
traxo
a
esta
vana
esperança;
qué
cuydas
tú,
que
aquéllos
te
serán
fieles
en
la
fazienda,
los
quales
tú
corronpiste
por
dineros
e
por
dones?
Et
por
aventura
fazes
esto
por
que
los
griegos
non
te
tengan
por
su
Rey,
mas
por
su
despensero?
Et
por
que
esto
es
muy
suzia
cosa
para
Rey,
dixo
Felipo
que
más
era
corrupçión
que
largueza.
Ca
el
que
toma
algo
sienpre
faze
peor,
esperando
que
sienpre
le
darán
Et
está
sienpre
aparejado
para
resçebir,
e
donde
non
le
dan
sienpre
tiene
mientes
a
mal.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Et
este
mandamiento
dio
Filipo
a
su
fijo,
mas
tomesmos
lo
nós
para
todos
los
Reyes.
Et
esto
dize
Valerio
en
el
seteno
libro,
al
ii°
capítulo,
do
añade
más:
que
el
ahuelo
de
Filipo
por
la
mayor
parte
fue
más
mercador
de
Greçia
que
vençedor,
et
desto
le
reprehendió
su
fijo
en
este
epístola,
deziendo
a
Alexandre
que
non
fuese
tal
commo
su
ahuelo,
mercador
de
los
cavallos,
nin
los
conprase:
ca
sienpre
se
ellos
se
querían
vender
en
aquella
manera;
enpero
non
negó
que
el
Rey
deva
ser
muy
largo
e
muy
dador:
ca
los
omnes
nunca
se
fartan
con
cobdiçia.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Et
por
ende,
conviéneles
de
dar
todavía
segund
que
dize
Séneca
en
el
libro
iiii°
de
los
Benefiçios,
a
los
xxviii°
capítulos,
do
cuenta
deste
dicho
Filipo
que
tomó
la
tierra
a
un
cavallero,
e
dióla
a
otro.
Et
dize
que
los
Reyes
muchas
vezes
cosas
deven
dar
los
ojos
çerrados
en
tienpo
de
guerras.
Ca
un
omne
non
puede
conplir
a
tantas
e
tan
armadas
cobdiçias,
nin
puede
ninguno
en
ningund
tienpo
ser
buen
cabdillo
e
buen
varón:
e
quiere
dezir
que
por
las
grandes
cobdiçias
que
ay
en
los
omnes,
a
las
vezes
los
Reyes
son
costreñidos
de
tomar
a
los
unos
e
dar
a
los
otros;
e
concluye
así
en
aquella
epístola,
que
el
Rey
mejor
trae
sus
cavalleros
a
sí,
e
más
fieles
los
faze
por
amor,
queriendolos
e
mostrandoles
buen
talente,
que
por
averes,
nin
por
dineros.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Onde
cuenta
Valerio
en
el
octavo
libro
que
Timestodes
tenía
en
su
memoria
los
nonbres
de
todos
sus
çibdadanos,
e
Tito
sabía
eso
mesmo:
los
nonbres
de
todos
sus
cavalleros,
porque
por
sus
nonbres
los
llamasen,
mostrandoles
mayor
talente.
Et
el
enperador
Mitríades
aprisó
veyente
e
dos
lenguas
de
gentes,
que
eran
en
el
su
inperio,
por
que
pudiese
fablar
a
cada
unas
gentes
que
eran
en
el
dicho
su
inperio
pudiese
fablar
a
cada
unas
gentes
en
sus
lenguas
syn
entrepetrador.
Et
Tito,
por
que
saludase
a
sus
cavalleros
syn
otro
medianero:
et
esto
fazían
por
que
troxiesen
los
suyos
a
su
amor.
La
iiii°
cosa
que
deven
aver
los
reyes
e
los
cavalleros
para
bien
lidiar
es
fe,
syn
la
qual
nunca
les
ayudaría
dios,
que
es
vençedor
de
todas
las
faziendas.
Et
la
iii°
cerca
desta
es
que
deven
aver
grand
esperança
en
Dios,
que
todo
omne
que
comiença
fazienda
deve
aver
verdadera
fe
e
fyrme
esperança,
e
piadosa
humilldança
a
Dios,
rogándole
que
él
sea
cabdillo
de
su
fazienda,
e
defendedor
de
los
suyos,
a
enxenplo
de
Moysén,
que
alçava
las
manos
a
Dios
con
grant
devoçión,
quando
lidiavan
los
suyos,
por
que
vençiesen,
segund
deximos
de
suso.
Onde
dize
el
Deuteronomiy
a
los
xx
capítulos:
si
salieres
a
la
fazienda
contra
tus
enemigos,
on
les
temas,
ca
Dios
es
contigo:
e
quando
entraren
a
la
fazienda,
estará
el
saçerdote
antel
pueblo,
et
dira
así:
Amigos,,
non
temades,
que
Dios
nuestro
señor
está
en
medio
de
vos,
e
él
nos
defiende,
e
non
guarda
dellos.
Et
desto
ay
enxenplo
en
la
Estoria
de
los
Romanos.
Theodosio,
quando
ovo
de
li[col. B]diar
Eugenio
e
con
Arbogaste,
que
le
tenía
tomados
los
montes
con
grand
cavallería.
Et
estonce
Theodosio
echóse
en
oraçión
toda
la
noche,
e
con
grant
ayuno,
non
durmiendo
mas
velando,
ganó
vitoria
de
Dios
contra
sus
enemigos.
Et
maguera
él
supiese
que
le
avían
desmanparado
todos
los
suyos,
e
que
estava
cercado
de
todos
sus
henemigos,
metióse
en
la
fazienda
con
la
fiuza
de
Dios,
e
fizo
el
signo
de
la
cruz
en
su
fruente,
e
perseguió
los
enemigos,
así
commo
si
todos
los
suyos
le
seguiesen:
e
ovo
vitoria
dellos,
segund
que
le
avía
dicho
Juán
Hermitaño.
Et
dize
allí
que
de
parte
de
Theodosio
se
levantó
un
tan
grant
viento
que
tornava
los
dardos
e
las
saetas
contra
sus
enemigos:
et
así
fueron
vençidos,
e
preso
Eugenio,
e
muerto
Arbogaste
con
su
mano
propia.
Et
aquí
paresçe
quánto
vale
la
justiçia
en
el
prínçipe
para
la
fazienda
e
la
oraçión
afyncada,
e
la
fe
verdadera.
Et
desto
posimos
de
suso
otros
muchos
enxenplos.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
En
el
iiii°
capítulo,
do
muestra
quáles
e
quántas
cosas
deven
aver
los
buenos
lidiadores
para
que
puedan
bien
lidiar,
conviene
de
notar
que
sin
las
condiçiones
sobre
dichas
en
el
capítulo
sobre
dicho,
con
viene
les
que
ayan
otras
ocho
condiçiones.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
La
primera
es
que
sean
buenos
ajobadores,
e
que
puedan
sofrir
grandes
pesos,
tan
bien
de
armas
commo
de
otroas
cosas
que
son
menester.
Ca
si
non
pudiesen
bien
sofrir
el
peso
de
las
armas,
non
valdría
nada
para
las
batallas:
ca
los
enemigos
luego
acometen
a
los
desarmados.
La
segunda
condiçión
es
que
deven
ser
muy
ligeros
así
que
puedan
continuadilmente
mover
sus
mienbros,
ca
qual
quier
que
de
ligero
se
mueve
en
la
batalla,
e
anda
de
una
parte
a
otra,
apenas
o
nunca
puede
ser
ferido,
así
commo
quiando
la
señal
se
mueve,
e
nunca
está
fincada
en
un
lugar,
e
non
la
puede
açertar
el
vallestero:
e
esto
vale
tan
bien
para
ferir
commo
para
escusar
los
golpes.
Ca
el
que
se
mueve
continuadamente
e
ligera
mente,
mayores
golpes
puede
dar,
por
rrazón
del
movimiento,
e
mejor
puede
escusar
los
golpes
del
enemigo.
La
terçera
es
que
los
buenos
lidiadores
non
deven
aver
cuydado
grande
de
las
viandas,
nin
de
mucho
comer:
ca
grant
cosa
es
sofrir
el
peso
de
las
armas
el
que
trae
consigo
abondançia
de
viandas.
Ca
aun
que
las
pueda
traer
sin
trabajo,
menester
les
hes
comer
mesuradamente,
por
que
la
vianda
non
les
enbarge
los
cuerpos,
por
que
puedan
mejor
sofrir
el
travajo
de
la
lid.
La
iiii°
es
que
non
deven
aver
grant
cuydado
del
yazer,
ca
conviene
a
los
lidiadores
de
día
e
de
noche
de
se
parar
al
travajo
de
mal
yazer,
e
de
poco
folgar.
La
v°
es
que
les
conviene
de
poner
sus
cuerpos
a
peligros
de
muerte
por
justiçia
o
por
el
bien
común.
Ca
segunt
que
dize
el
filósofo
que
el
buen
lidiador
non
deve
rreçelar
de
bien
morir
en
la
batalla,
entonçe
muere
bien
quando
se
pone
a
la
muerte
por
el
defendimiento
de
la
tierra,
o
por
fecho
de
justiçia.
La
vi°
es
que
non
deve
de
temer
de
derramar
sangre,
ca
el
que
es
omne
mugeril
e
teme
de
esparzir
su
sangre
vale
nada
para
la
fazienda,
ca
nunca
dará
grant
golpe
a
su
enemigo
por
donde
muera.
La
vii°
es
que
les
conviene
de
aver
grant
sabiduría
para
se
encobrir
de
los
golpes
e
para
ferir
los
enemigos:
ca
segunt
que
dize
el
filósofo,
la
fin
de
la
arte
de
la
cavallería
es
aber
vitoria,
e
vençer:
e
çierto
es
que
quando
los
lidiadores
se
saben
bien
encobrir
e
guardar
de
los
golpes,
e
han
arte
para
sofrir
los
enemigos,
entonçes
pueden
de
ligero
vençerlos.
La
viii°
es
que
los
lidiaodres
deven
tomar
muy
grant
verguença
de
foyr
muy
torpemente:
e
quando
los
lidiadores
desean
mucho
de
ser
onrrados
por
la
lid,
entonçe
se
guardan
mucho
de
foyr,
por
que
non
sean
desonrrados,
nin
envergonçados.
Ca
segunt
que
dize
el
filósofo,
entre
aquellos
que
onrran
los
fuertes
e
los
buenos,
son
los
omnes
que
pugnan
por
ser
muy
fuerte.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
Mas
aquí
conviene
de
notar
que
todas
estas
condiçiones
sobre
dichas
deven
aver
los
lidiadores
quando
la
lid
está
justa
e
derecha:
ca
entonçe
non
deven
temer
la
muerte,
nin
deven
escusar
de
derramar
su
sangre
por
la
justiçia,
e
por
defendimiento
de
la
tierra.
E
de
aquí
paresçe
que
los
lidiadores
deven
escoser
los
rreyes
para
defender
bien
sus
tierras
e
sus
rreynos:
ca
tales
son
de
escojer
que
ayan
estas
condiçiones
sobre
dichas.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
Mas
aquí
conviene
de
saber
que
para
que
los
rreyes
ayan
vitorias
en
las
faziendas
que
comiençan,
conviene
les
de
aver
ellos
e
sus
cavalleros
otras
quatro
condiçiones,
sin
las
quales
nunca
podrían
aver
vitoria,
nin
vençer
sus
enemigos.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
La
primera
es
que
sean
muy
fieles
e
muy
verdaderos,
ca
si
por
abentura
en
ellos
non
oviese
fialdat
e
verdat
entre
sí
e
con
los
suyos,
nunca
podrían
alcançar
vitoria.
La
segunda
es
que
ayan
entre
sí
verdadera
amistança,
tan
bien
el
rrey
commo
los
suyos
commo
los
cavalleros
mesmos
entre
sí.
Onde
dize
Jullio
Çésar:
el
señor
que
non
trabaja
por
que
sea
amado
de
sus
cavalleros
non
sabe
amar
cavallería,
nin
puede
alcançar
vitoria.
Onde
leemos
en
la
vida
de
los
enperadores
del
que
nunca
provava
a
sus
cavalleros
de
otra
guisa,
si
non
de
verdadera
amistança,
e
traýalos
así
benigna
mente,
como
a
sí
mesmo
mayormente
en
el
tienpo
de
la
guerra,
e
guardávase
mucho
entonçe
de
ofender
a
ninguno,
nin
aún
entonçe
non
querría
poner
castigo
ninguno,
si
non
solamente
sobre
las
discordias:
las
quales
castigava
muy
cruel
mente.
E
este
llamava
a
sus
cavalleros
hermanos
e
amigos,
e
amavalos
tanto
commo
a
sí
mesmo.
Et
acaesçió
una
bez
que
por
que
algunos
de
sus
cavalleros
muerieron
en
tiro
en
la
fazienda,
mesóse
la
barva
e
nunca
ante
la
dexó
creçer,
fasta
que
los
ovo
vengado;
por
la
qual
cosa
traxo
los
coraçones
de
todos
los
cavalleros
a
sí,
e
fizolos
tan
devotos
e
tan
fuertes
lidiadores
que
nunca
en
el
mundo
ovo
mejores.
Onde
dize
allí
que
non
ha
cosa
en
el
mundo
que
más
traya
los
omnes
así
mayormente
en
tienpo
de
guerra
que
amostrarle
el
señor
amor
e
muy
buen
talante.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
Et
desto
dize
Tulio
en
el
segundo
libro
de
los
Ofiçios,
capítulo
xix,
que
más
trae
el
Prínçipe
los
coraçones
de
los
suyos
a
sí
por
amor
que
por
dineros,
nin
por
dones.
Et
trae
exenplo
allí
de
Felipo
que
enbió
dezir
a
Alixandre
su
fijo,
diziendo:
quál
mal
o
qual
rrazón
te
trexo
a
esta
vana
esperança:
cuydas
tú
que
aquellos
te
sean
fieles
en
la
fazienda,
los
quales
tú
corronpiste
por
dezir
e
por
dones
e
por
cuenta?
fazes
esto
que
los
griegos
non
te
tengan
por
su
rrey,
mas
por
su
espensero
o
su
mayordomo,
e
por
que
esto
es
cosa
muy
suzia
para
rrey,
dixo
Felipo
que
más
era
corrubçión
que
largueza.
Ca
el
que
toma
algo
está
esperando
que
sienpre
le
darán,
e
está
sienpre
aparejado
para
rreçebir:
do
non
le
dan
nada,
sienpre
tyene
miedo
a
mal.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
E
este
mandamiento
dio
Felipo
a
Alixandre
su
fijo,
mas
tenemosle
nós
para
todos
los
rreyes.
Esto
mesmo
dize
Valerio
en
el
vii°
libro,
capítulo
ii°,
do
entyende
más
quel
avuelo
de
Alixandre
e
Felipo
por
la
mayor
parte
fue
más
mercador
de
Greçia
que
vençedor:
e
desto
le
rreprehendió
su
fijo
en
la
epístola,
diziendo:
Alixandre,
que
non
fuese
atal
commo
su
avuelo,
mrcador
de
los
vasallos
nin
los
conprase.
Ca
sienpre
se
querrían
ellos
vender
con
aquella
manera:
enpero
non
niego
quel
rrey
deva
ser
largo
e
muy
dado,
ca
los
omnes
nunca
se
fartan
de
la
cobdiçia.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
E
por
ende,
conviene
de
les
dar
toda
vía
segunt
que
dize
Séneca
en
el
libro
iiii°
de
los
Benefiçios,
capítulo
xxviii°,
do
cuenta
deste
felipo
que
tomó
la
tierra
a
un
cavallero,
e
diola
a
otro:
et
dize
que
los
rreyes
muchas
cosas
deven
dar
a
ojos
çerrados
en
tienpos
de
guerras:
ca
un
omne
non
puede
sofrir
a
tantas
e
a
tan
derramadas
cobdiçias,
nin
puede
ninguno
en
ningún
tienpo
ser
buen
cabdillo
e
buen
varón:
e
quiere
dezir
que
por
que
las
grandes
cobdiçias
que
ha
en
los
omnes
a
las
vezes
los
rreyes
costreñidos
de
tomar
a
los
unos,
e
dar
a
los
otros,
concluye
allí
en
aquella
epístola,
que
el
rrey
mejor
trae
sus
cavalleros
a
sí,
e
más
fieles
los
faze
por
amor,
queriendoles
bien
e
mostrando
les
buen
talante,
que
por
aberes
nin
por
dineros.
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
Onde
cuenta
Valerio
en
el
viii°
libro,
que
Tenustades
tenía
en
su
memoria
los
nonbres
de
todos
los
çibdadanos,
e
sabía
eso
mesmo,
los
nonbres
de
todos
sus
cavalleros,
por
que
por
sus
nonbres
los
llamase,
mostrandoles
mejor
talante.
Et
el
enperador
Metritades
apriso
veynte
e
dos
lenguajes
de
gentes
que
eran
en
su
enperio,
por
que
pudiese
fablar
a
cada
unas
gentes
en
sus
lenguas
sin
entrepetador:
e
Titus,,
por
que
saludase
a
sus
cavalleros
sin
otro
medianero,
e
esto
fazía
por
que
traxiese
los
suyos
a
su
amor.
La
terçera
cosa
que
deven
aver
los
rreyes
e
los
cavalleros
para
bien
lidiar
es
esta,
sin
la
qual
nunca
los
ayudará
Dios,
que
es
bençedor
de
todas
las
faziendas.
La
iiii°
çerca
esta
es
que
deven
aver
grant
esperança
en
Dios,
ca
todo
omne
que
comiença
fazienda
deve
aver
grant
esperança
en
Dios,
e
fe
e
verdadera
e
piadosa
omildança
a
Dios,
rrogándole
que
él
le
se
cadillo
de
su
fazienda,
e
defendedor
de
los
suyos,
a
enxenplo
de
Moysén,
que
alçava
las
manos
a
Dios,
con
grant
devoçión,
quando
lidiava
los
suyos
por
que
vençiése,
segunt
que
dizxiemos
de
suso.
Onde
dize
en
el
Deutero
nomio,
xx
capítulo:
si
sallieres
a
la
fazienda
contra
tus
enemigos,
non
los
temas,
ca
Dios
es
contigo:
e
quando
entrares
en
la
fazienda,
estará
el
saçerdote
ante
el
pueblo,
e
dira:
amigos,
non
temades,
que
Dios
nuestro
señor
está
en
medio
de
vos:
e
él
vos
defiende
e
vos
guarda
dellos:
et
desto
ay
exenplo
en
la
estoria
de
los
rromanos,
do
cuenta
que
Theodosio,
quando
ovo
de
lidiar
con
Eugenio
e
con
Arlogaste
que
le
tenían
tomados
los
montes
con
muy
grant
cavallería,
entonçes
Theodosio
echóse
en
oraçión
toda
la
noche
e
con
grant
ayuno
non
durmiendo
mas
belando
ganó
victoria
de
Dios
contra
sus
enemigos.
E
magera
quél
supiese
que
le
avían
desanparado
todos
los
suyos,
estando
çercado
de
sus
enemigos,
metióse
ne
la
fzienda
con
la
fiuza
de
Dios,
e
fizo
el
signo
de
la
cruz
en
su
fruente,
sigió
los
enemigos,
así
commo
si
todos
los
suyos
lo
sigiesen,
e
ovo
victoria
dellos,
segunt
que
dixo
Johan
Hermitaño.
E
dize
allí
que
de
parte
de
Theodosio
se
levandó
un
tan
grant
viento
que
tornava
los
dardos
e
las
saetas
contra
sus
enemigos:
e
así
fueron
vençidos,
e
fue
preso
Eugenio,
e
muerto
Arlogaste
con
su
mano
propia.
Et
de
aquí
pareçe
quanto
vale
la
justiçia
en
el
prínçipe
para
la
fazienda
e
la
oraçión
afincada,
e
la
fe
verdadera:
e
desto
pusiemos
de
suso
otros
muchos
exenplos.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
De
notar
conviene
que
sin
las
condiçiones
sobre
dichas
en
el
ca°capítulo
sobredicho,
conviéneles
que
ayan
otras
muchas
condiçiones.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
La
primera
es
que
sean
buenos
ajobadores,
e
que
puedan
sofrir
grandes
pesos,
tanbién
de
armas
commo
de
otras
cosas
que
les
son
menester,
ca
sy
non
puedieren
bien
sofrir
el
peso
de
las
armas,
non
valdrían
nada
para
las
batallas,
ca
los
enemigos
mucho
acometen
a
los
desarmados.
La
ii°
condiçión
es
que
deven
ser
muy
ligeros,
asý
que
puedan
continuadamente
mover
sus
mienbros,
ca
qual
quier
que
en
la
batalla
se
mueve
de
ligero,
e
andando
de
una
parte
a
otra,
apenas
o
nunca
puede
ser
ferido,
asý
commo
quando
la
señal
se
mueve,
e
non
está
fincada
en
un
lugar,
non
la
puede
açertar
el
vallestero:
e
esto
vale
tanbién
para
ferir
commo
para
escusar
los
golpes:
ca
el
que
se
mueve
continuadamente
e
ligeramente,
mayores
golpes
puede
dar,
por
razón
del
movimiento,
e
mejor
puede
escusar
los
golpes
del
enemigo..
La
iii°
es
que
los
buenos
lidiadores
non
deven
aver
grand
cuydado
de
las
viandas
nin
de
mucho
comer:
ca
grave
cosa
es
de
sofrir
el
peso
de
las
armas
e
traer
consygo
anbundançia
de
viandas,
ca
aun
que
las
puedan
traer
syn
trabajo,
menester
les
es
muy
mesuradamente
de
comer,
por
que
la
vianda
non
les
enbargue
los
cuerpos,
e
por
que
puedan
mejor
sofrir
el
trabajo
de
la
lid.
La
iiii°
es
que
non
les
conviene
aver
grand
cuydado
del
yazer,
ca
conviene
a
los
lidiadores
de
día
e
de
noche
de
se
para
al
trabajo
del
mal
yazer,
e
del
poco
folgar.
La
v°
es
que
les
conviene
de
poner
sus
cuerpos
a
peligro
de
muerte
por
justiçia
o
por
bien
común,
ca
segund
que
dize
el
philósopho,
el
buen
lidiador
non
deve
reçelar
de
morir
bien
en
la
batalla:
e
estonçe
muere
bien
en
la
batalla,
e
quando
se
pone
a
la
batalla
por
defendimiento
de
la
tierra,
e
por
fecho
de
justiçia.
La
vi°,
que
non
deven
temer
de
derramar
su
sangre,
ca
el
que
es
omne
mugeril
e
teme
de
esparzir
su
sangre
non
vale
nada
para
la
fazienda,
ca
nunca
dará
grand
golpe
a
su
enemigo
donde
muera.
La
vii°,
que
les
conviene
de
aver
grand
sabiduría
para
se
encobrir
de
los
golpes,
e
para
ferir
sus
enemigos.
Ca
segund
que
dize
el
philósopho,
la
fin
de
la
arte
de
la
cavallería
es
de
aver
victoria,
e
vençer,
e
çierto
es
que
quando
los
lidiadores
se
saben
bien
encobrir
e
guardar
de
los
golpes,
e
han
arte
para
ferir
los
enemigos,
entonçes
pueden
de
ligero
vençerlos.
La
viii°
es
que
los
lidiadores
deven
tomar
grand
verguença
de
foyr
torpoemente,
e
quando
los
lidiadores
desean
mucho
de
ser
onrrados
por
la
lid,
estonçes
se
guardan
mucho
de
foyr,
por
que
non
sean
desonrrados,
nin
envergonçados,
ca
segund
que
dize
el
philósopho,
entre
aquellos
que
honrran
los
fuertes
e
los
buenos
lidiadores
son
los
omnes
que
pugnan
por
ser
muy
fuertes.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
Mas
aquí
conviene
de
notar
que
todas
estas
condiçiones
sobredichas
deven
aver
los
lidiadores
quando
la
lid
es
justa
e
derecha,
ca
estonçe
non
deven
temer
la
muerte,
nin
deven
escusar
de
derramar
su
sangre
por
la
justiçia
e
por
el
defendimiento
de
la
tierra,
e
de
aquí
pareçe
que
los
lidiadores
deven
escoger
los
Reyes
para
defender
bien
sus
tierras
e
sus
reynos,
ca
tales
son
de
escoger
que
ayan
estas
condiçiones
sobre
dichas50.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
Mas
aquí
conviene
de
notar
que
para
que
los
reyes
ayan
victoria
en
las
faziendas
que
començaren,
conviéneles
de
aver
a
ellos
e
a
sus
cavalleros
otras
quatro
condiçiones
syn
las
quales
nunca
podrían
aver
victoria,
nin
vençer
sus
enemigos.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
La
primera
es
que
sean
muy
fieles
e
muy
verdaderos
ca
sy
por
aventura
en
ellos
non
oviese
fieldat
e
verdat
en
sý
e
con
los
suyos,
nunca
podría
alcançar
victoria.
La
ii°
es
que
ayan
entre
sý
verdadera
amistança
tanbién
el
Rey
commo
los
suyos,
commo
los
cavalleros
mesmos
entre
sý.
Onde
dezía
Jullio
Çésar:
el
Rey
que
non
trabaja
por
que
sea
amado
de
sus
cavalleros
non
sabe
amar
cavallería,
nin
puede
alcançar
victoria.
Onde
leemos
en
la
vida
de
los
enperadores
del
que
nunca
provava
sus
cavalleros
de
otra
guisa
sy
non
de
verdadera
amistança,
e
trabajavalos
asý
beninamente
commo
a
aý
mesmo,
mayor
mente
en
el
tienpo
de
la
guerra,
e
guardávase
mucho
estonçe
de
ofender
a
ninguno,
nin
aún
entonçes
quería
poner
castigo
sy
non
solamente
sobre
las
discordias,
las
quales
castigava
muy
cruelmente,
e
éste
llamava
a
sus
cavalleros
hermanos
e
amigos,
e
amávalos
tanto
commo
a
sý
mesmo.
E
acaesçió
una
vez
que
por
que
algunos
de
sus
cavalleros
murieron,
entró
en
la
fazienda,
mesóse
la
barva
toda
e
nunca
la
dexó
creçer
fasta
que
los
ovo
vengado.
Por
la
qual
cosa
troxo
los
coraçones
de
todos
los
cavalleros
a
sý,
e
fizolos
tan
devotos
e
tan
fuertes
lidiadores,
que
nunca
en
el
mundo
ovo
mejores.
Onde
dize
allí
que
non
ha
cosa
en
el
mundo
que
non
traya
los
omnes
asý
mayormente
en
tienpo
de
guerra
que
mostrarles
el
señor
grand
amor
e
muy
buen
talente.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
E
desto
dize
Tullio
en
el
ii°
libro
de
los
ofiçios,
ca°capítulo
xix°,
que
más
trae
el
prínçipe
los
coraçones
de
los
suyos
por
amor
a
sý,
e
por
ende
nin
por
dineros
nin
por
dones,
e
trae
enxenplo
allí
de
Felipo
que
enbió
dezir
Alixandre
en
una
epístola
que
dize
asý
muy
apuestamente:
el
Rey
Felipo
acusó
Alixandre
diziendo:
quál
mal
o
quál
razón
te
traxo
a
esta
vana
esperança;
que
cuydas
tú
que
aquéllos
que
serán
fieles
en
la
fazienda,
los
quales
tú
corronpiste
por
dineros
e
por
dones
e
por
aventura
fazes
esto,
por
que
los
griegos
non
te
tengan
por
su
Rey,
mas
por
su
espensero,
o
por
su
mayordomo.
E
por
que
esto
es
muy
suzia
cosa
para
Rey,
dizo
Felipo
que
más
era
de
corruçión
que
de
largueza,
ca
el
que
toma
algo,
fázele
syenpre
peor,
esperando
que
syenpre
le
darán,
e
está
syenpre
aparejado
para
reçebir,
e
do
non
le
da,
syenpre
tiene
mientes
a
mal.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
E
este
man[fol. ]damiento
dio
Felipo
a
su
fijo,
mas
tomemoslo
nós
para
todos
los
Reyes.
E
este
mesmo
dize
Valerio
en
el
vii°
libro,
ca°capítulo
ii°,
do
añade
más,
que
el
ahuelo
de
Alixandre,
Felipo,
pora
la
mayor
parte
fue
más
mercador
de
Greçia
que
vençedor,
e
deste
le
reprehendió
su
fijo.
E
en
esta
epístola,
diziendo
que
Alixandre
que
non
fuese
tal
commo
su
ahuelo,
mercador
de
los
vasallos,
nin
los
conprase,
ca
syenpre
se
querían
ellos
vender
con
aquella
manera,
enpero
que
non
negó
quel
Rey
deva
ser
muy
largo,
e
muy
dador,
ca
los
omnes
nunca
se
fartan
de
la
cobdiçia.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
E
por
ende,
conviene
de
les
dar
toda
vía,
segund
que
dize
Séneca
en
el
libro
iiii°
de
los
Benefiçios,
capítulo
xxviii°,
do
cuenta
deste
Felipo
que
tomó
la
tierra
a
un
cavallero,
e
diola
a
otro,
e
dize
que
los
Reyes
muchas
cosas
deven
dar
los
ojos
çerrados
en
tienpo
de
guerras,
ca
un
omne
on
puede
conplir
a
tantas
e
a
tan
armadas
cobdiçias,
nin
puede
ninguno
en
ningund
tienpo
ser
buen
cabdillo
e
buen
varón.
E
quiere
dezir
que
por
las
grandes
cobdiçias
que
ay
en
los
omnes,
a
las
vezes
los
Reyes
son
costrenidos
de
tomar
a
los
unos
e
de
dar
a
los
otros,
e
concluye
allí
en
aquella
epístola,
quel
Rey
mejor
trae
sus
cavalleros
asý,
e
más
fieles
los
faze
por
amor,
queriendolos
bien,
e
mostrándoles
buen
talante,
que
por
averes
nin
por
dineros.
Ms. 482/2 de la Bibliothèque de la Rosenbach Foundation.
Onde
cuenta
Valerio
en
el
viii°
libro
que
Temisto
des
tenía
en
su
memorio
los
nonbres
de
todos
sus
çibdadanos,
e
Tiro
sabié
eso
mesmo,
los
nonbres
de
todos
sus
cavalleros,
por
que
por
sus
nonbres
los
llamase,
mostrandoles
mayor
talante.
E
el
enperador
Mitritades
apriso
veynte
e
dos
leguas
de
gentes
que
eran
en
el
su
ynpero,
porque
pudiese
flabar
a
cada
unas
gentes
en
sus
lenguas
syn
yntrepetrador.
E
Tiro,
porque
saludase
a
sus
cavalleros
syn
otro
medianero,
e
esto
fazía
porque
traxesen
los
suyos
a
su
amor.
La
iii
cosa
que
deven
aver
los
Reyes
e
los
cavalleros
para
bien
lidiar
es
fe,
syn
la
qual
nunca
les
cuydaría
Dios,
que
es
vençedor
de
todas
las
faziendas.
La
iiii
çerca
desta
es
que
deve
aver
grand
esperança
en
Dios,
ca
todo
omnes
que
comiença
fazienda
deve
aver
verdadera
e
firme
esperança,
e
piadosa,
o
umilldança
a
Dios,
rogándole
quél
sea
cabdillo
de
su
fazienda,
e
defendedor
de
los
suyos,
a
enxenplo
de
Moysén,
que
alçava
las
manos
a
Dios
con
grand
devoçión
quando
lidiavan
los
suyos
por
que
vençiesen,
segund
que
deximos
de
suso.
Onde
dize
en
el
Deuteronomio,
xx°
capítulo,
sy
salieres
a
la
fazienda
contra
tus
enemigos,
non
les
temas,
ca
Dios
es
contigo,
e
quando
entraren
en
la
fazienda,
esté
el
saçerdote
antel
pueblo,
e
dirá
asý:
amigos,
non
temades,
que
Dios
nuestro
Señor
está
en
medio
de
nós
e
de
los
nuestros
enemigos,
e
él
nos
defiende
e
nos
guarda
dellos.
E
desto
ay
exenplo
en
la
Estoria
de
los
Romanos,
do
cuenta
que
Teodosio,
quando
ovo
de
lidiar
con
Ebgenio
e
con
Arbogaste,
que
les
tenían
tomados
los
montes
con
muy
grand
cavallería,
entonçes
Teodosio
echóse
en
oraçión
toda
la
noche,
e
con
grande
ayuno
non
dormiendo
mas
velando,
ganó
vitoria
de
Dios
contra
sus
enemigos.
E
maguera
él
sopiese
que
le
avían
desanparado
todos
los
suyos,
e
que
estava
çercado
de
sus
enemigos,
metióse
en
la
fazienda
con
la
fiuza
de
Dios,
e
fizo
el
sygno
de
la
cruz
en
su
fruente,
e
persyguió
los
enemigos,
asý
commo
sy
todos
los
suyos
lo
syguisen,
e
ovo
vitoria
dellas,
segund
que
le
avía
dicho
Juan
Linmitaño.
E
dize
allí
que
de
parte
de
Teodosio
se
levantó
un
tan
grand
viento
que
tornava
los
dardos
e
las
saetas
contra
sus
enemigos,
e
asý
fueron
vençidos.
E
fue
preso
Eugenio,
e
muerto
Arbogaste
con
su
mano
propia.
E
de
aqí
paresçe
quanto
vale
la
justiçia
en
el
prínçipe
par
ala
fazienda,
e
la
oraçión
afincada
e
la
fe
verdadera:
e
desto
posimos
de
suso
otros
muchos
enxenplos.