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Manuel d'encodage



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Incunable (Séville, 1494). (Z).
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque. (J).
Ms. II/215 de la Biblioteca Real (G).

Texte

Inc/901 (1494)


Captulo [sic] .viij. do mueſstra que co
ſsa prouvechoſsa es en la batalla fa
zer carcauvas castillos fortale
zas:  en quaál manera ſse hãan de fa
zer los castillos: queé coſsas ſson[col. B]
meneſster para ellos.


To da la ſsentencia deſste capií
tulo eſstaá en quatro coſsas.


⁋La primera es que muy
prouvechoſsa coſsa es alos que
han de entrar en la fazienda
fazer en la hueſste carcauvas. E eſsto ſse de
clara aſsyý. Ca dize vVegecio: que en todaſs
las otras coſsas ſse puede emendar el er
ror ſsi nõon en la fazienda o en la lid: do ſse ſsi
gue luego la pena al yerro de la lid. Ca
o pereſscen luego los que non entran ſsa
biamente o fuyen ſse fazen medroſsos: en
tal manera: que a penas: o nunca oſsan a
cometer fazienda contra ſsus enemigos.
E porende todas las cautelas mane
ras que ſse pueden buſscar porque ſsean ſse
guros los lidiadores: todas laſs deuven buſs
car. E porque aconteſsce muchas vezes:
que los enemigos dan en la hueſste: tan
bieén de noche como de diía quando cuy
dan que eſstaán ſsin ſsoſspecha. Porende es
bueno de fazer carcauvas luego que lle
gue la hueſste al lugar do ha de poſsar ſsy
entiende que en aquel lugar pueden dar ſsal
to los enemigos.

⁋La ſseguda [sic] coſsa que
deuven fazer los de la hueſste: es fazer caſsti
llos fortalezas algunas de madera a
manera de castillos. cCa nõon pueden nigũuna
coſsa auver porque mas ſseguroſs eſsten que ſsi fizie
ren fortalezas algunas en derredor deſsy
porque eſsten ſseguros. E para eſsto deue la hueſs
te leuvar cõonſsigo madera cõon que fagãan laſs for
talezas o loſs caſstiloſs allií do ſsieren poſsar
aſsií que ſsemeje aloſs enemigoſs que eſstãan guarni
dos o cercados aſsicomo en vuna cibdad.


lLa.iij.coſsa es que deuven aprender en como
ſse hãan de fazer las carcauvas o las fortale
zas o los castilloſs.ca ſsi loſs enemigos eſstãan
alõongados: ligera coſsa es de fazer las car
cauvas de conſstruyr las fortalezas los
castillos. mMas ſsi eſstaán cerca non ſse pueden
ellos fazer ſsin grãand grauveza. E en tal ca
ſso cõonuviene que los cabdillos ſsabios partãan
la hueſste en dos partes. aAſsſsyý que la vuna
efteé apartada para lidiar contra los ene[fol. ]
migos la otra eſsteé apreſstada para fa
zer las carcauvas los castillos:  deuven
poner grand acucia en las fazer. E deuven
ſsobre poner yý maeſstros que acucien alos
negligentes manden fazer a cada vuno
lo que ha de fazer.

⁋La quarta coſsa es
que deuven ſsaber aprender todas a
quellas coſsas que han meneſster para fa
zer las dichas carcauvas caſstillos for
talezas: tras las quales eſstaá la hueſste ſse
gura. E allií hãan de penſsar tres coſsas que
ſson meneſster para eſsto. ⁋La primera es
el lugar do ha de aſsentar la hueſste, do de
uven tener mienteſs a quatro coſsas. Lo
primero ſsi ayãan y abundãancia de agua de
las otras coſsas que ſsõon meneſster a la hueſs
te. ⁋Lo ſsegundo que nõon ſse aſsienten cerca
de monte o cerca de tal lugar donde pue
dãan reſscebir daño. ⁋Lo tercero que tomen
tanto de eſspacio quãanto cunple a la hueſste
para fazer ſsus cauvas ſsus fortalezas: nin
maás nin menos. Ca ſsy tomaſse mayor eſs
pacio de quanto hãan meneſster., por allií po
driían dar los enemigos:  ſsi menos, eſsta
riían muy apretados. Lo quarto que
ſsi allií ha mucho de eſstar que eſscojan tal lu
gar: do ayan ayre ſsano. E ſsi lo nõon pudie
eren auver: que non ſsola mente deuven tener
mientes al daño de ſsus enemigos., mas a
vun del daño de ſsus cuerpos que podriíãan
reſscebir del ayre fediondo. E la ſsegun
da coſsa que han de tener mientes es la for
ma en que ſse hãan de aſsentar. E dize vVegecio
que la forma de las carcauvas del aſsenta
miento de la hueſste deuve ſser quadrada en
quatro rencones los dos que ſsean mas a
longados que los otros dos. Enpero po
demos dezir que la figura redonda es me
jor: porque cabe mas: o la figura de mu
chos rencones porque ſse pueda mejor defen
der. Ca ſsi han miedo de los enemigos de
uen fazer la carcauva a rencones muchoſs
porque ſse puedan defender del vuno al o
tro. E do eſsta forma ſse puede guardar en
el lugar es mejor que ninguna de las o[col. B]
tras. mMas do eſsta nõon pueden guardar de
uven fazer los castillos ſsemicirculos o
a forma quadrada o a forma triãangu
lar. Oo la que mejor pudiere allií aſsen
tar. Ca muchas vezes el lugar enbarga
la forma. E la puerta deuve ſser contra loſs
enemigos. Oo allií por do han de ſsalir cõon
tra ellos: Ee ſson de poner en los castillos
pendones ſseñas que han de eſspantar
los enemigos: Ee eſsforçar alegrar los
ſsuyos. E ſsy algunos de la hueſste ſse alon
garen ſsepãan tornar por las ſseñas a la hue
ſste. ⁋Lo tercero que deuven penſsar los
lidiadores es la manera de fazer los ca
ſstillos. Caſsy la hueſste ha mucho allií de
morar: deuven fazer mas fondas:  mas
anchas las carcauvas:  mas fuertes los
castillos:  las fortalezas. Eſsy poco hãan
yý de morar non deuven fazer tan fuertes
cauvas nin tan fuertes castillos. E vVege
cio pone la manera la quãantidad de las
carcauvas. Ca ſsy los enemigos non ſson
muy brauvos cumple que la carcauva ſsea
de nueuve pies en ancho de ſsiete pies en
fondo. Mas ſsy los enemigos ſson muy
fuertes muy brauvos: deuven fazer la car
cauva maás ancha. Aſsií que ſsea de doze pi
es en ancho maás fonda: aſsyý que ſsea de
nueuve pies. E deuven echar la tierra fazia
dentro fazer ſse ha maás alta de quetro pi
es aſsyý ſseraá fonda fazia los enemigoſs de
treze pies en alto. E en la tierra que laçaren [sic]
fazia la hueſste deuven fincar grãandes paloſs
que deuven leuvar conſsigo fazer grãand palen
que: aſsyý como cerca. E aſsyý ſsera [sic] ſseguros
do ſsõon muy brauvos los enemigoſs. Ca do
nõon ſsõon tãan brauvos nõon ſson meneſster tantas
guarniciõones.

mMas aquí̉ podemos añadir
lo que dize vVegecio fablãando de los lidiado
res que mas deuven tener mientes a fortaleza
de armas que a la apoſstura dellas. cCa loſs que
tienen mienteſs a la apoſstura a la fortaleza
muchas vezes ſson feridos o del todo ven
cidos.

Onde dize que los romanos faziían
vestiduras de fierro. Aaſsſsyý como lorigas[fol. ]
brahoneras fojaſs quixoteſs: cañi
lleras:  çapatos:  luúas de fierro. Ca de
allií lo tomarõon los otros cauvalleroſs:  nõon
faziíãan fuerça de grand apoſstura: mas de
grand fortaleza. Onde leemos de Anií
bal: que quando fue deſsterrado: ſsalioó
de ſsu tierra fueéſse para el Rey aAnthioco:
eſstãando cõon el, el rey contra la manera de
los antiguos cauvalleros romanos fizo
fazer armas muy pintadas muy fermo
ſsas de oro de plata:  fizo que ſsus cauva
lleros ſsalieſsſsen al alarde con ellas:  reſs
plandeſsciían mucho por razoón del oro
de la plata que teniían. E el rey cõon grand
vana gloria tornoó ſse a Aniíbal: que era
muy brauvo muy fuerte cauvallero. E di
xo le: cuydas que eſsto es aſsaz para los Ro
manos.? E el otro reſspondioó a eſscarnio:
dixo aſsaz: ſsi los rRomanos ſso n [sic] avarien
tos. E el Rey le demandoó de la muche
dunbre de los cauvalleros del grãand pre
çio de las armas:  Aniíbal reſspondioó de
la prea. E quiſso dezir: que allií auviía grãand
prea para buenos cauvalleros:  denoſstoó
los mas eneſsto que los alaboó. Ca dauva
a entender: que ſsy eél eſstuuvieſse de la otra par
te que loſs terniía en poco:  que cuydariía
auver dellos aqueél algo que moſstrauvan.
E eſsto le dio oſsadiía para lidiar deſspueés
maás brauva mente contra ellos: porque
los ſsintioó curioſsos en pareſscencia de po
ca fazienda. E aſsyý ſse contecioó que los ven
cioó muchas vezes en canpo: deſspueés que
tornoó. ⁋E començoó guerra contra ellos:
ſsegund que de ſsuſso contamos .

⁋Mas
conuviene de notar que en dos maneras
ſse pueden fazer las armas precioſsas.

Ca
o ſse fazen para mueſstra o para vana glo
ria: que quieren pareſscer en ellas los on
bres fermoſsos:  apueſstos. E ſsy las aſsſsyý
ordenan a pompa a vanidad: es coſsa
muy de denoſstar. Ca tales como eſstos
conponen ſse mucho como mugeres: por
do ſson de deſspreciar. maás que de alabar
ſsegund que dize ſsant bBernardo en la mo[col. B]
nicioón: que fizo alos cauvalleros del tem
ple: do dize aſsſsy. O cauvalleros cobri
des los cauvallos de ſsirgo pintades laſs
aſstas:  dorades los eſscudos:  las ſsillas
los frenos:  cobrides las eſspuelas de
oro de plata:  de piedras precioſsas: 
cõonponedes vos: como ſsy ouvieſsedes de yr
a miſsſsa. dDezid me amigos eſstos vueſstroſs
conponimientos eſstas ſsobre ſseñales que
moſstrades tan doradas: ſson de cauvalle
ros: o de mugeres.? mMaás me pareſsce que
ſson de conponimientos de mugeres que
armas de cauvalleros. O por aventura
cuydades que el eſspada del enemigo a
uveraá verguença del vueſstro oro:  de la
vueſstra plata.? O cuydades por auventu
ra que el eſspada non podraá paſsſsar cor
tar el vr̃ovuestro ſsirgo.? nNon lo creades aſsſsyý. Ca
el enemigo maás brauva mente yraá a vos
por ello cuydando que pareſsceredes mu
geres. E allií dize muchas coſsas denoſstãan
do eſstas pinturas. E deſsto cuenta vVege
cio en el quarto libro al primero capiítulo:
que çÇipioón aAfricano quãando vio a vun cauva
llero que trayýa vun eſscudo muy dorado
muy pintado: dixo aſsií. Nõon voſs marauvil
ledes amigos ſsi eſste cauvallero tanto fizo
por apoſstar ſsu eſscudo. Ca mayor defen
dimiento tiene en el que en el eſspada. E en eſs
to le deſsonrrauva maás que le honrrauva. por
que mas eſsperãança tenia en reſscebir golpes
que en dar los.

La ſsegunda manera de
coponer [sic] dorar las armas es: por auver
maás eſsperãança en la victoria poner ma
yor eſspanto en los enemigos:; de lo prime
ro ay enxenplo de Julio çÇeſsar que man
doó aſsus cauvalleros q apoſstaſsſsen mucho
ſsus armas que cobrieſsen los eſscudos de
oro de plata:  que fizieſsſsen armas muy
preçioſsas porque las amaſsen fizieſsen mu
cho por las non perder:ſsegund que cuen
ta en la hHiſstoria de los Romanos . E aſsyý
pareçe que auver armaſs prẽcioſsas nõon por va
nidad ni põonpa: mas por ſse delectar mas
eñlen ellaſs eſs coſsa de alabar nõon de denoſstar. cCa[fol. ]
eſsto tal faze los cauvalleros ſser vençedo
res. De lo ſsegundo que las armas ſson de
dorar de fazer las precioſsas por poner
eſspanto alos enemigos: ay muy buenos
enxenplos en el primero libro de los mMa
cabeos al ſsexto capiítulo. dDo cuenta que
los mMacabeos fizieron muy nobles ar
mas:  doraron los eſscudos: non a vana
gloria., mMas por ſse eſsforçar en ellas maás:
poner mayor eſspãanto en ſsus enemigos.
E quando entraron en la fazienda cõontra
muchos muy brauvos enemigos: puſsie
ron ſse en tal lugar en la fazienda: porq die
ſse el ſsol en las armas:  quãando ferioó el ſsol
en los eſscudos dorados ſsobre laſs capel
linas muy luzias: reſsplandeçierõon los mõon
tes en derredor. E quado [sic] los vieron los
enemigos cayoó muy grãand miedo muy
grãand eſspanto en ellos. E Judas mMaca
beo con muy pocos cauvalleros cometioó
a muchos vencioólos:  otras vezeſs mu
chas lidioó cõon pocos vencioó a muchos.
Ca fue el maás brauvo cauvallero: que nũun
ca fue en el mundo: ſsegund que cuenta en
el libro ſsobre dicho. cCa vencioó a muchos
reyes deſs baratoó muchas batallas: E
porque ſse teniía con dDioſs lidiauva por la
ſsu ley .
Ms. 2097 (< 19 août 1434)

Capítulo viii°, do muestra que cosa aprovechosa es en la batalla fazer carcavas e castillos e fortalezas, e en quál manera se han de fazer los castillos, e qué cosas son menester para ellos.

T oda la sentençia deste capítulo está en iiii° cosas.
La primera es que muy provechosa cosa es a los que han de entrar en la fazienda fazer en la hueste carcavas, e esto se declara así. Ca dize Vegeçio que en todas las otras cosas se puede emendar el error, sinon en la fazienda, o en la lid: do se sigue luego la pena al yerro de la lid. Ca o pereçen luego los que non entran sabiamente, o fuyen e se fazen medrosos, en tal manera que apenas o nunca osan acometer fazienda contra[fol. 405v]sus enemigos. E por ende, todas las cautelas e maneras que se pueden buscar por que sean seguros los lidiadores, todas las deven buscar. E por que conteçen [sic] muchas vezes que los enemigos dan en la hueste tan bien de noche commo de día, quando cuydan que están sin sospecha; por ende es bueno de fazer carcavas luego que llegue la hueste al logar do ha de posar, si entiende que en aquel lugar pueden dar salto los enemigos.
La ii° cosa que deve fazer la hueste es fazer castillos o fortalezas algunas de madera a manera de castillos. Ca non pueden ninguna cosa aver por que más seguros estén que si fizieren fortalezas algunas en derredor de sý, por que estén seguros. E para esto deve la hueste levar consigo madera de donde fagan las fortalezas los castillos, allí do quisieren posar, así que semeje a los enemigos que están guarnidos[col. B] o çercados, así commo en una çibdat.
La iii° cosa es que deven aprender en cómmo se han de fazer las carcavas o las fortalezas o los castillos: ca si los enemigos están alongados, ligera cosa es de fazer las carcavas e de construyr las fortalezas e los castillos. Mas si están çerca, non se pueden ellos fazer sin grant graveza, e en tal cosa conviene que los caudillos sabios partan la hueste en dos partes, así que la una esté apartada para lidiar contra los enemigos, e la otra esté aprestada para fazer las carcavas e los castillos. E deven poner grant acuçia en las fazer, e deven sobre poner ý maestros que acuçien a los negligentes, e manden fazer a cada uno lo que ha de fazer.
La iiii° cosa es que deven saber e aprender todas aquellas cosas que han menester para fazer las dichas carcavas e castillos e fortalezas, ¿ tras? las quales esté la hueste segura. E allí han de pensar tres cosas que son menester para esto. La primera es[fol. 406r]el logar donde han de asentar la hueste, do deven tener mientes a quatro cosas. Lo primero, que ayan ý abundançia de agua e de las otras cosas que son menester a la hueste. Lo ii°, que non se asienten çerca de monte o çerca de tal logar, donde pueda reçebir daño la hueste. Lo iii°, que tomen tanto de espaçio quanto cunple a la hueste para fazer sus cavas e sus fortalezas, e non más nin menos. Ca si tomassen mayor espaçio de quanto han menester, por allí podrían dar los enemigos, e si menos, estarían muy apretados. Lo iiii°, que si allí han mucho de estar, que escojan tan lugar do ayan ayre sano, e si lo non puedieren aver, que non sola mente deven tener miente al daño de sus enemigos, mas aún del daño de sus cuerpos que podrían reçebir del ayre fediondo. E la segunda[col. B]cosa a que han de tener mientes es la forma en que se han de asentar. E dize Vegeçio que la forma de las caracavas e del assentamiento de la hueste deve ser quadrada de quatro rencones, e los dos que sean mas alongados de los otros dos. Empero podemos dezir que la figura redonda es mejor, por que cabe más, o la figura de muchos rencones, por que se puede mejor defender. Ca si han miedo de los enemigos, deven fazer la carcava a rrencones muchos, por que se puedan defender del uno al otro. E do esta forma se puede guardar en el lugar, es mejor que ninguna de las otras, mas do esta non pueden guardar, deven fazer los castillo semiçírculos , o a forma quadrada , o a forma triangular , o la que mejor pudiere allí assentar. Ca muchas vezes el logar enbarga la forma, e la puerta deve ser contra los enemigos, o allí por[fol. 406v]do han de salir contra ellos. E son de poner en los castillos pendones e señas que han de espantar los enemigos e efforçar e alegrar los suyos. E si algunos de la hueste se alongaren, sepan tornar por las señar a la hueste. Lo iii° que deven pensar los lidiadores es la manera de fazer los castillos; ca si la hueste ha mucho allí de morar, deven fazer más fondas e más anchas las carcavas e más fuertes los castillos e las fortalezas. E sy poco han ý de morar, non deven fazer tan fuertes cavas, nin tan fuertes castillos. E Vegeçio pone la manera e la quantidat de las carcavas. Ca si los enemigos non son muy bravos, cunple que las carcavas sean de nueve pies en ancho, e de siete pies en fondo. Mas[col. B] si los enemigos son muy fuertes e muy bravos, deven fazer la carcava más ancha, así que sea de doze pies en ancho, e más fonda: así que sea de nueve pies, e deve echar la tierra faza [sic] dentro, e fazer se ha más alta de quatro pies, e así seá fonda faza [sic] los enemigos de xiii pies en alto. En la tierra que lancaren [sic] [[lançaren]] faza [sic] la hueste, deven fincar grandes palos que deven levar consigo, e fazer grand palenque, asý commo çerca, e así serán seguros do son muy bravos los enemigos. Ca do non son tan bravos, non son menester tantas guarniçiones.
Mas aquí podemos añadir lo que dize Vegeçio fablando de los lidiadores: que más deven tener mientes a fortaleza de armas que a la apostura dellas. Ca los que tienen mientes a la apostura e a la fortaleza muchas vezes son feridos o del todo vençidos.
Onde dize que los Romanos fazían vestiduras de fierro así commo lorigas e brafoneras e fojas e quixotes e cañilleras e çapatos e lúas de ffierro ,[fol. 407r]ca de allí lo tomaron los otros cavalleros, e non fazían fuerça de grand apostura, mas de grant fortaleza. Onde leemos de Aníbal que quando fue desterrado, e salió de su tierra, fuesse para el Rey Antioco. E estando con él, el Rey, contra la manera de los antiguos cavalleros romanos, fizo fazer armas muy fermosas e muy pintadas de oro e de plata. E fizo que sus cavalleros saliessen al alarde con ellas; e resplandeçían mu cho, por razón del oro e de la plata que tenían. E el Rey, con grant vanagloria, tornóse a Aníbal, que era muy bravo e muy fuerte cavallero, e díxole: ¿cuydas que esto es assaz para los Romanos? E el otro respondió a escarnio, e dizo assaz si los Romanos son avarientos, e el Rey le demandó de la muchedunbre de los cavalleros, e del grant preçio de las armas: e Aníbal [col. B] respondió de la prea, e quiso dezir que allí avía grant prea para buenos cavalleros: e denostóles más en esto que los alabó. Ca dava a entender que si él estoviesse de la otra parte, que los ternía en poco, e que cuydaría aver dellos aquél algo que mostravan. E esto le dio osadía para lidiar después más bravamente contra ellos, por que los sintió curiosos en ¿ pareçençia? de poca fazienda. E así se conteçió que los vençió muchas vezes en canpo, después que tornó e començó guerra contra ellos, segunt que de suso contamos.
Mas aquí conviene de notar que en dos maneras se pueden fazer las armas preciosas.
Ca o se fazen para muestra e para vana gloria, que quieren pareçer en ellas los omes fermosos e apuestos, e sy las asý ordenan a ponpa e a vanidat, es cosa muy de denostar; ca tales commo estos conponen se mucho commo mugeres, por do son de despreçiar más que de alabar, segunt que dize sant Bernardo en la moniçión que[fol. 407v]fizo a los cavalleros de tenple. Do dize así: o cavalleros, cobrides los cavallos de sirgos, pintades las astas e dorades los escudos e las sillas e los frenos, e cobrides las espuelas de oro e de plata e de piedras preciosas, e componedes vos commo si quissiedes de yr amissa: dezit me, amigos, estos vuestros conponimientos, e estas sobreseñales que mostrades tan doradas, son de cavalleros, o de mugeres? Más me pareçe que son de conponimientos de mugeres que armas de cavalleros: e por aventura, ¿cuydades que el espada del enemigo non podrá passar e cortar el vuestro sirgo? non lo creades así: ca el enemigo nás brava mente yrá a vos por ello, cuydando que pareçedes mugeres. E allí dize muchas cosas, denostando estas pinturas. E desto cuenta Vegeçio en el iiii° libro, primer capítulo[col. B], que Çipión Africano, quando vido a un cavallero que traýa un escudo muy dorado, e muy pintado, dixo así: non vos maravilledes, amigos, si este cavallero tanto fizo por apostar su escudo: ca mayor defendimiento tiene en él que en el espada. E en esto le desonrrava más que le onrrava, por que más esperança tenía en reçebir golpes que en darlos.
La segunda manera de conponer e dorar las armas es por aver más esperança en la victoria, e por poner mayor espanto en los enemigos. De lo primero, han enxenplo de Jullio Çésar que mandó a sus cavalleros que apostanssen mucho sus armas, e que cubriessen los escudos de oro e de plata, e que fiziessen armas muy preçiosas, por que las amassen e fiziesen mucho por las non perder, segunt que cuenta en la Ystoria de los Romanos. E así pareçe que aver armas preçiosas non por vanidat nin ponpa, mas por se deleytar más en ellas es cosa de alabar[fol. 408r]e non de denostar. Ca esto tal faze los cavalleros ser vençedores. De lo segundo, que las armas son de dorar e de fazer las preçiosas por poner espanto a los enemigos, hay buenos enxenplos en el primero libro de los Macabeos, vi° capítulo, do cuenta que los Macabeos fizieron muy nobles armas e doraron los escudos non a vana gloria, mas por se efforçar en ellas más, e poner mayor espanto en sus enemigos. E quando entraron en la fazienda contra mucho e muy bravos enemigos, pusieron se en tal lugar en la fazienda, por que diese el sol en las armas: e quando firió el sol en los escudos dorados e sobre las capellinas muy luzias, resplandeçieron los montes en derredor. E quando los vieron los enemigos, cayó muy grand miedo e muy grand espanto en ellos. E Judás Macabeo, con muy pocos cavalleros, cometió a muchos, e vençiólos. E otras vezes[col. B]muchas lidió con pocos e vençió a muchos. Ca fue el más bravo cavallero que nunca fue en el mundo, segunt que cuenta en el libro sobredicho, ca vençió a muchos Reyes e desbarató muchas faziendas. E esto, por que se tenía con Dios e lidiava por la su ley.
Ms. II/215 ()

Capítulo viii°, do muestra que cosa es provechosa en la batalla fazer carcavas e castillos e fortalezas, e en quál manera se han de fazer los castillos, e qué cosas son mester para ellos.[col. B]

T oda la sentençia deste capítulo está en quatro cosas.
La primera es que muy provechosa cosa es a los que an de entrar en la fazienda fazer en la hueste carcavas, e esto se declara así. Ca dize Vegeçio que en todas las otras cosas se puede emendar el error, si non en la fazienda, o en la lid: do se sigue luego la pena al yerro de la lid. Ca o peresçen luego los que non entran sabiamente, o fuyen, o se fazen medrosos, en tal manera que apenas o nunca osan acometer fazienda contra sus enemigos. Et por ende, todas las cabtelas e maneras que se pueden buscar por que sean seguros los lidiadores, todas las deven buscar. E porque contesçe muchas vezes que los enemigos dan en la hueste tan bien de noche commo de día quando cuydan que están syn sospecha, por ende, es bueno de fazer carcavas luego que llegue la hueste al logar do ha de pasar, si entiende que en aquel logar pueden dar salto los enemigos.[fol. 424r]
La ii° cosa que deven fazer los de la hueste es fazer castillos e fortalezas algunas de madera, a manera de castillos: ca non pueden ninguna cosa aver, por que más seguros estén que si fezieren fortalezas algunas en derredor de sí, por que estén seguros. Et para esto, deve la hueste levar consigo madera de donde fagan las fortalezas e los castillos allí do quisieren posar, así que semeje a los enemigos que están guardados e guarnidos, o cercados, así commo en una çibdat.
La iii° cosa es que deven aprender en cómmo se an de fazer las carcavas o las fortalezas, o los castillos. Ca si los enemigos están alongados, ligera cosa es de fazer las carcavas e de construyr las fortalezas e los castillos. mas si están çerca non se pueden ellos fazer syn grand graveza. Et en tal caso, conviene que los cabdillos sabios partan la hueste en[col. B]dos partes: así que la una esté apartada para lidyar contra los enemigos, e la otra esté aprestada para fazer las carcavas e los castillos: e deven poner grand acuçia en los fazer, et deven sobreponer ý maestros que acuçien a los negligentes, e manden fazer a cada uno lo que ha de fazer.
La iiii° cosa es que deven saber e aprender todas aquellas cosas que an menester para fazer las dichas carcavas e castillos e fortalezas, tras las quales está la hueste segura. Et allí an de pensar tres cosas, que son menester para esto. La primera es el logar donde an de asentar la hueste, do deven tener mientes a quatro cosas. Lo primero, sy ayan ý abundanca [sic] de agua e de las otras cosas que son menester para la hueste. Lo ii°, que non se asienten çerca de monte, o cerca de tal lugar donde puedan resçebir dapño la hueste. Lo iii°, que tomen tanto de espaçio quanto cunple a la hueste para fazer sus cavas e sus fortalezas, et[fol. 424v]non más, nin menos. Ca sy tomasen mayor espaçio de quanto han menester, por allí podrían dar los enemigos, e si menos, estarían muy apertados. Lo iiii°, que sy allý han mucho de estar, que escojan tal lugar, do ayan ayre sano, e sy lo non pudieren aver, que non solamente deven tener mientes al dapño de sus enemigos, mas aún al dapño de sus cuerpos, que podrían resçebir del ayre fediondo. E la ii cosa que an de tener mientes es la forma en que se an de asentar. Et dize Vegeçio que la forma de las carcavas e del asentamiento de la hueste deve ser quadrada en quatro rencones, et los dos que sean más alongados que los otros dos, enpero podemos dezir que la figura redonda es mejor, por que cabe más, o la figura de muchos rencones, por que se puede mejor defender. Ca sy an miedo[col. B]de los enemigos, deven fazer la carcava a rrencones muchos, por que se puedan defender del uno al otro. Et do esta forma se puede guardar en el lugar, es mejor que ninguna de las otras; mas do esta non pueden guardar, deven fazer los castillos serviçículos [sic]   , o a forma quadrada  , o a forma triangular.   o la mejor que pudiere allí asentar. Ca muchas vezes el lugar enbarga la forma, e la puerta deve ser contra los enemigos, o allí por do han de salir contra ellos. E son de poner enlos castillos pendones e señas que an de espantar los enemigos, e esforçar e alegrar los suyos. Et sy algunos de la hueste se alongaren, sepan tornar de las señas a la hueste. Lo iii° que deven pensar los lidiadores es la manera de fazer los castillos. Ca si la hueste ha mucho allí de morar, deven fazer más fondas e más anchas las cavas, e más fuertes los castillos[fol. 425r] e las fortalezas. Et si poco an ý de morar, non deven ý fazer tan fuertes cavas, nin tan fuertes castillos. Et Vegeçio pone la manera e la quantidat de las carcavas. Ca si los enemigos non son muy bravos, cunple que la carcava sea de nueve pies en ancho e de siete pies en fondo. Mas sy los enemigos son muy fuertes e muy bravos, deven fazer la carcava más ancha, así que sea de doze pies en ancho, e más fonda, que sea de nueve pies. Et deven echar la tierra fazia adente, e fazerse a más alta de quatro pies: e asý seá fonda fazia los enemigos de treze pies en alto. Et en la tierra que lançaren fazia la hueste, deven fyncar grandes palos que deven levar consigo, e fazer muy grant palenque, asý commo çerca. Et así, serán seguros do son muy bravos los enemigos. Ca do non son tan bravos, non son menester tantas[col. B]guarniçiones.
Mas aquí podemos añadir lo que dize Vegeçio fablando de los lidiadores, que más deven tener mientes a la fortaleza de armas que a la a postura dellas. Ca los que tienen mientes a la apostura e non a la fortaleza, muchas vezes son feridos, o del todo vençidos.
Onde dize que los Romanos fazían vestiduras de fierro así commo lorigas e brafoneras, e fojas, e quixotes, e cañilleras, e çapatos, e lúas de fierro. Ca de allí lo tomaron los otros cavalleros, e non fazían fuerça de grant apostura, mas de grand fortaleza. Onde leemos de Aníbal, que quando fue desterrado, e salió de su tierra, fuése para el Rey Antioco, et estando con el Rey contra la manera de los antigos cavalleros Romanos, fizo fazer armas muy fermosas, e muy pintadas de oro e de plata, e fizo que sus cavalleros saliesen al alarde con ellos: et resplandesçían mucho, por razón del oro o de la plata que tenían, e el Rey con grand vana gloria tornóse a Aníbal, que era muy[fol. 425v]bravo e muy fuerte cavallero, e díxole: cuydas que que [sic] que esto es asaz para los Romanos ? Et el otro respondió a escarnio, e dixo: asaz si los Romanos son avarientos. Et el Rey le demandó de la muchedunbre de los cavalleros, e del grant presçio de las armas. Et Aníbal respondió de la ¿ pre a? , et quiso dezir que allí avía grant prea para buenos cavalleros, e denostólos más en esto que los alabó. Ca dava a entender que si él estoviese de la otra parte, que los ternía en poco, e que cuydaría aver dellos aquél algo que mostravan. Et esto le dió osadía para lidiar después más bravamente contra ellos, por que los sentió coriosos en paresçençia, et de poca fazienda, et así se contesçió que los vençió muchas vezes en canpo después que tornó, e començó guerra contra ellos, segund que de suso contamos.
Mas conviene de notar que en dos maneras se pueden fazer[col. B]las armas preciosas.
Ca o se fazen para muestra, o para vana gloria, que quieren paresçer en ellas los omnes fermosos e apuestos. Et sy las así ordenan a ponpa e a vanidat, es cosa muy de denostar. Ca tales commo estos conpónense mucho commo mugeres por son de despreçiar más que de alabar, segund que dize sant Bernardo en la moniçión que fizo a los cavalleros del Tenple, do dize así: O, cavalleros, cobrides los cavallos de syrgo e pyntades las astase dorades los escudos e las sillas e los frenos, e cobrides las espuelas de oro e de plata, e de piedras preçiosas, e conponedesvos así commo si oviesedes de yr a misa; et, dezidme, amigos, estos vuestros conponimientos, et estas sobreseñales que mostrades tan doradas, son de cavalleros o de mugeres ? Más me paresce que son de conponimientos de mugeres que armas de cavalleros; et por[fol. 426r]aventura cuydades que el espada del enemigo averá vergueña de vuestro oro o de la vuestra plata ? Et cuydades por aventura que el espada non podrá pasar e cortar al vuestro sirgo ? Non lo creades así: ca el enemigo más bravamente yrá a vos por ello, cuydando que paresçeredes mugeres. Et allí dize muchas cosas denostando estas pynturas. Et desto cuenta Vegeçio en el iiii° libra [sic] , al primero capítulo, que Çipión Africano, quando vio a un cavallero que traýa un escudo muy dorado e muy pyntado, dixo así: non vos maravilledes, amigos, si este cavalleros tanto fizo por apostar su escudo: ca mayor defendimiento tiene en el que en el espada: et en esto le desonrrava más que le onrrava, por que más esperança tenía en rresçebir golpes, que en darlos.
La ii° manera de conponer e dorar las armas es por aver más esperança en la victoria, e poner mayor es[col. B]panto en los enemigos. De lo primero ay enxenplo de Jullio Çésar que mandó a sus cavalleros que apostasen mucho sus armas, e que cubriesen los escudos de oro e de plata, e que feziesen armas muy preçiosas, por que las amasen e feziesen mucho por las non perder, segund que cuenta en la Estoria de los Romanos. Et así paresçe que aver armas preçiosas non por vanidat nin ponpa mas por se deleytar más en ellos es cosa de alabar, e non de denostar: ca esto tal faze los cavalleros ser vençedores. De lo ii°, que las armas son de dorar e de fazer las preçiosas por poner espanto a los enemigos ay muy buenos enxemplos en el primero libro de los Macabeos, al vi° capítulo, do cuenta que los Macabeos fezieron muy nobles armas, e doraron los escudos non a vana gloria, mas por se efforçar en ellas más, e poner mayor espanto en sus enemigos. Et quando entraron en la fazienda contra muchos[fol. 426v]e muy bravos enemigos, posieronse en tal lugar en la fazienda por que diese el sol en las armas, et quando ferió el sol en los escudos dorados e sobre las capellinas muy luzias, resplandesçieron los montes en derredor. Et quando los vieron los enemigos, cayó muy grand miedo e muy grand espanto en ellos. Et Judás Macabeo, con muy pocos cavalleros, cometió a muchos e vençiólos. Et otras ve ze s muchas lidió con pocos, e vençió a muchos. Ca fue el más bravo cavallero que nunca fue en el mundo, segund que cuenta en el libro sobredicho: ca vençió a muchos Reyes, e desbarató muchas faziendas, e esto por que se tenía con Dios, et lidiava por su ley.
Ms. K.I.5 (< XVIè siècle)
Q3822890 Fiche non existante. À créer Ms. 482/2 (< XVè siècle)
Ms. 332/131 (XVème siècle)
Apparat:

Variance

Incunable (Séville, 1494).

To da la ſsentencia deſste capií
tulo eſstaá en quatro coſsas.
Incunable (Séville, 1494).

⁋La primera es que muy
prouvechoſsa coſsa es alos que
han de entrar en la fazienda
fazer en la hueſste carcauvas. E eſsto ſse de
clara aſsyý. Ca dize vVegecio: que en todaſs
las otras coſsas ſse puede emendar el er
ror ſsi nõon en la fazienda o en la lid: do ſse ſsi
gue luego la pena al yerro de la lid. Ca
o pereſscen luego los que non entran ſsa
biamente o fuyen ſse fazen medroſsos: en
tal manera: que a penas: o nunca oſsan a
cometer fazienda contra ſsus enemigos.
E porende todas las cautelas mane
ras que ſse pueden buſscar porque ſsean ſse
guros los lidiadores: todas laſs deuven buſs
car. E porque aconteſsce muchas vezes:
que los enemigos dan en la hueſste: tan
bieén de noche como de diía quando cuy
dan que eſstaán ſsin ſsoſspecha. Porende es
bueno de fazer carcauvas luego que lle
gue la hueſste al lugar do ha de poſsar ſsy
entiende que en aquel lugar pueden dar ſsal
to los enemigos.
Incunable (Séville, 1494).
⁋La ſseguda [sic] coſsa que
deuven fazer los de la hueſste: es fazer caſsti
llos fortalezas algunas de madera a
manera de castillos. cCa nõon pueden nigũuna
coſsa auver porque mas ſseguroſs eſsten que ſsi fizie
ren fortalezas algunas en derredor deſsy
porque eſsten ſseguros. E para eſsto deue la hueſs
te leuvar cõonſsigo madera cõon que fagãan laſs for
talezas o loſs caſstiloſs allií do ſsieren poſsar
aſsií que ſsemeje aloſs enemigoſs que eſstãan guarni
dos o cercados aſsicomo en vuna cibdad.
Incunable (Séville, 1494).

lLa.iij.coſsa es que deuven aprender en como
ſse hãan de fazer las carcauvas o las fortale
zas o los castilloſs.ca ſsi loſs enemigos eſstãan
alõongados: ligera coſsa es de fazer las car
cauvas de conſstruyr las fortalezas los
castillos. mMas ſsi eſstaán cerca non ſse pueden
ellos fazer ſsin grãand grauveza. E en tal ca
ſso cõonuviene que los cabdillos ſsabios partãan
la hueſste en dos partes. aAſsſsyý que la vuna
efteé apartada para lidiar contra los ene[fol. ]
migos la otra eſsteé apreſstada para fa
zer las carcauvas los castillos:  deuven
poner grand acucia en las fazer. E deuven
ſsobre poner yý maeſstros que acucien alos
negligentes manden fazer a cada vuno
lo que ha de fazer.
Incunable (Séville, 1494).
⁋La quarta coſsa es
que deuven ſsaber aprender todas a
quellas coſsas que han meneſster para fa
zer las dichas carcauvas caſstillos for
talezas: tras las quales eſstaá la hueſste ſse
gura. E allií hãan de penſsar tres coſsas que
ſson meneſster para eſsto. ⁋La primera es
el lugar do ha de aſsentar la hueſste, do de
uven tener mienteſs a quatro coſsas. Lo
primero ſsi ayãan y abundãancia de agua de
las otras coſsas que ſsõon meneſster a la hueſs
te. ⁋Lo ſsegundo que nõon ſse aſsienten cerca
de monte o cerca de tal lugar donde pue
dãan reſscebir daño. ⁋Lo tercero que tomen
tanto de eſspacio quãanto cunple a la hueſste
para fazer ſsus cauvas ſsus fortalezas: nin
maás nin menos. Ca ſsy tomaſse mayor eſs
pacio de quanto hãan meneſster., por allií po
driían dar los enemigos:  ſsi menos, eſsta
riían muy apretados. Lo quarto que
ſsi allií ha mucho de eſstar que eſscojan tal lu
gar: do ayan ayre ſsano. E ſsi lo nõon pudie
eren auver: que non ſsola mente deuven tener
mientes al daño de ſsus enemigos., mas a
vun del daño de ſsus cuerpos que podriíãan
reſscebir del ayre fediondo. E la ſsegun
da coſsa que han de tener mientes es la for
ma en que ſse hãan de aſsentar. E dize vVegecio
que la forma de las carcauvas del aſsenta
miento de la hueſste deuve ſser quadrada en
quatro rencones los dos que ſsean mas a
longados que los otros dos. Enpero po
demos dezir que la figura redonda es me
jor: porque cabe mas: o la figura de mu
chos rencones porque ſse pueda mejor defen
der. Ca ſsi han miedo de los enemigos de
uen fazer la carcauva a rencones muchoſs
porque ſse puedan defender del vuno al o
tro. E do eſsta forma ſse puede guardar en
el lugar es mejor que ninguna de las o[col. B]
tras. mMas do eſsta nõon pueden guardar de
uven fazer los castillos ſsemicirculos o
a forma quadrada o a forma triãangu
lar. Oo la que mejor pudiere allií aſsen
tar. Ca muchas vezes el lugar enbarga
la forma. E la puerta deuve ſser contra loſs
enemigos. Oo allií por do han de ſsalir cõon
tra ellos: Ee ſson de poner en los castillos
pendones ſseñas que han de eſspantar
los enemigos: Ee eſsforçar alegrar los
ſsuyos. E ſsy algunos de la hueſste ſse alon
garen ſsepãan tornar por las ſseñas a la hue
ſste. ⁋Lo tercero que deuven penſsar los
lidiadores es la manera de fazer los ca
ſstillos. Caſsy la hueſste ha mucho allií de
morar: deuven fazer mas fondas:  mas
anchas las carcauvas:  mas fuertes los
castillos:  las fortalezas. Eſsy poco hãan
yý de morar non deuven fazer tan fuertes
cauvas nin tan fuertes castillos. E vVege
cio pone la manera la quãantidad de las
carcauvas. Ca ſsy los enemigos non ſson
muy brauvos cumple que la carcauva ſsea
de nueuve pies en ancho de ſsiete pies en
fondo. Mas ſsy los enemigos ſson muy
fuertes muy brauvos: deuven fazer la car
cauva maás ancha. Aſsií que ſsea de doze pi
es en ancho maás fonda: aſsyý que ſsea de
nueuve pies. E deuven echar la tierra fazia
dentro fazer ſse ha maás alta de quetro pi
es aſsyý ſseraá fonda fazia los enemigoſs de
treze pies en alto. E en la tierra que laçaren [sic]
fazia la hueſste deuven fincar grãandes paloſs
que deuven leuvar conſsigo fazer grãand palen
que: aſsyý como cerca. E aſsyý ſsera [sic] ſseguros
do ſsõon muy brauvos los enemigoſs. Ca do
nõon ſsõon tãan brauvos nõon ſson meneſster tantas
guarniciõones.
Incunable (Séville, 1494).
mMas aquí̉ podemos añadir
lo que dize vVegecio fablãando de los lidiado
res que mas deuven tener mientes a fortaleza
de armas que a la apoſstura dellas. cCa loſs que
tienen mienteſs a la apoſstura a la fortaleza
muchas vezes ſson feridos o del todo ven
cidos.
Incunable (Séville, 1494).
Onde dize que los romanos faziían
vestiduras de fierro. Aaſsſsyý como lorigas[fol. ]
brahoneras fojaſs quixoteſs: cañi
lleras:  çapatos:  luúas de fierro. Ca de
allií lo tomarõon los otros cauvalleroſs:  nõon
faziíãan fuerça de grand apoſstura: mas de
grand fortaleza. Onde leemos de Anií
bal: que quando fue deſsterrado: ſsalioó
de ſsu tierra fueéſse para el Rey aAnthioco:
eſstãando cõon el, el rey contra la manera de
los antiguos cauvalleros romanos fizo
fazer armas muy pintadas muy fermo
ſsas de oro de plata:  fizo que ſsus cauva
lleros ſsalieſsſsen al alarde con ellas:  reſs
plandeſsciían mucho por razoón del oro
de la plata que teniían. E el rey cõon grand
vana gloria tornoó ſse a Aniíbal: que era
muy brauvo muy fuerte cauvallero. E di
xo le: cuydas que eſsto es aſsaz para los Ro
manos.? E el otro reſspondioó a eſscarnio:
dixo aſsaz: ſsi los rRomanos ſso n [sic] avarien
tos. E el Rey le demandoó de la muche
dunbre de los cauvalleros del grãand pre
çio de las armas:  Aniíbal reſspondioó de
la prea. E quiſso dezir: que allií auviía grãand
prea para buenos cauvalleros:  denoſstoó
los mas eneſsto que los alaboó. Ca dauva
a entender: que ſsy eél eſstuuvieſse de la otra par
te que loſs terniía en poco:  que cuydariía
auver dellos aqueél algo que moſstrauvan.
E eſsto le dio oſsadiía para lidiar deſspueés
maás brauva mente contra ellos: porque
los ſsintioó curioſsos en pareſscencia de po
ca fazienda. E aſsyý ſse contecioó que los ven
cioó muchas vezes en canpo: deſspueés que
tornoó. ⁋E començoó guerra contra ellos:
ſsegund que de ſsuſso contamos .
Incunable (Séville, 1494).
⁋Mas
conuviene de notar que en dos maneras
ſse pueden fazer las armas precioſsas.
Incunable (Séville, 1494).
Ca
o ſse fazen para mueſstra o para vana glo
ria: que quieren pareſscer en ellas los on
bres fermoſsos:  apueſstos. E ſsy las aſsſsyý
ordenan a pompa a vanidad: es coſsa
muy de denoſstar. Ca tales como eſstos
conponen ſse mucho como mugeres: por
do ſson de deſspreciar. maás que de alabar
ſsegund que dize ſsant bBernardo en la mo[col. B]
nicioón: que fizo alos cauvalleros del tem
ple: do dize aſsſsy. O cauvalleros cobri
des los cauvallos de ſsirgo pintades laſs
aſstas:  dorades los eſscudos:  las ſsillas
los frenos:  cobrides las eſspuelas de
oro de plata:  de piedras precioſsas: 
cõonponedes vos: como ſsy ouvieſsedes de yr
a miſsſsa. dDezid me amigos eſstos vueſstroſs
conponimientos eſstas ſsobre ſseñales que
moſstrades tan doradas: ſson de cauvalle
ros: o de mugeres.? mMaás me pareſsce que
ſson de conponimientos de mugeres que
armas de cauvalleros. O por aventura
cuydades que el eſspada del enemigo a
uveraá verguença del vueſstro oro:  de la
vueſstra plata.? O cuydades por auventu
ra que el eſspada non podraá paſsſsar cor
tar el vr̃ovuestro ſsirgo.? nNon lo creades aſsſsyý. Ca
el enemigo maás brauva mente yraá a vos
por ello cuydando que pareſsceredes mu
geres. E allií dize muchas coſsas denoſstãan
do eſstas pinturas. E deſsto cuenta vVege
cio en el quarto libro al primero capiítulo:
que çÇipioón aAfricano quãando vio a vun cauva
llero que trayýa vun eſscudo muy dorado
muy pintado: dixo aſsií. Nõon voſs marauvil
ledes amigos ſsi eſste cauvallero tanto fizo
por apoſstar ſsu eſscudo. Ca mayor defen
dimiento tiene en el que en el eſspada. E en eſs
to le deſsonrrauva maás que le honrrauva. por
que mas eſsperãança tenia en reſscebir golpes
que en dar los.
Incunable (Séville, 1494).
La ſsegunda manera de
coponer [sic] dorar las armas es: por auver
maás eſsperãança en la victoria poner ma
yor eſspanto en los enemigos:; de lo prime
ro ay enxenplo de Julio çÇeſsar que man
doó aſsus cauvalleros q apoſstaſsſsen mucho
ſsus armas que cobrieſsen los eſscudos de
oro de plata:  que fizieſsſsen armas muy
preçioſsas porque las amaſsen fizieſsen mu
cho por las non perder:ſsegund que cuen
ta en la hHiſstoria de los Romanos . E aſsyý
pareçe que auver armaſs prẽcioſsas nõon por va
nidad ni põonpa: mas por ſse delectar mas
eñlen ellaſs eſs coſsa de alabar nõon de denoſstar. cCa[fol. ]
eſsto tal faze los cauvalleros ſser vençedo
res. De lo ſsegundo que las armas ſson de
dorar de fazer las precioſsas por poner
eſspanto alos enemigos: ay muy buenos
enxenplos en el primero libro de los mMa
cabeos al ſsexto capiítulo. dDo cuenta que
los mMacabeos fizieron muy nobles ar
mas:  doraron los eſscudos: non a vana
gloria., mMas por ſse eſsforçar en ellas maás:
poner mayor eſspãanto en ſsus enemigos.
E quando entraron en la fazienda cõontra
muchos muy brauvos enemigos: puſsie
ron ſse en tal lugar en la fazienda: porq die
ſse el ſsol en las armas:  quãando ferioó el ſsol
en los eſscudos dorados ſsobre laſs capel
linas muy luzias: reſsplandeçierõon los mõon
tes en derredor. E quado [sic] los vieron los
enemigos cayoó muy grãand miedo muy
grãand eſspanto en ellos. E Judas mMaca
beo con muy pocos cauvalleros cometioó
a muchos vencioólos:  otras vezeſs mu
chas lidioó cõon pocos vencioó a muchos.
Ca fue el maás brauvo cauvallero: que nũun
ca fue en el mundo: ſsegund que cuenta en
el libro ſsobre dicho. cCa vencioó a muchos
reyes deſs baratoó muchas batallas: E
porque ſse teniía con dDioſs lidiauva por la
ſsu ley .
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
T oda la sentençia deste capítulo está en iiii° cosas.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
La primera es que muy provechosa cosa es a los que han de entrar en la fazienda fazer en la hueste carcavas, e esto se declara así. Ca dize Vegeçio que en todas las otras cosas se puede emendar el error, sinon en la fazienda, o en la lid: do se sigue luego la pena al yerro de la lid. Ca o pereçen luego los que non entran sabiamente, o fuyen e se fazen medrosos, en tal manera que apenas o nunca osan acometer fazienda contra[fol. 405v]sus enemigos. E por ende, todas las cautelas e maneras que se pueden buscar por que sean seguros los lidiadores, todas las deven buscar. E por que conteçen [sic] muchas vezes que los enemigos dan en la hueste tan bien de noche commo de día, quando cuydan que están sin sospecha; por ende es bueno de fazer carcavas luego que llegue la hueste al logar do ha de posar, si entiende que en aquel lugar pueden dar salto los enemigos.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
La ii° cosa que deve fazer la hueste es fazer castillos o fortalezas algunas de madera a manera de castillos. Ca non pueden ninguna cosa aver por que más seguros estén que si fizieren fortalezas algunas en derredor de sý, por que estén seguros. E para esto deve la hueste levar consigo madera de donde fagan las fortalezas los castillos, allí do quisieren posar, así que semeje a los enemigos que están guarnidos[col. B] o çercados, así commo en una çibdat.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
La iii° cosa es que deven aprender en cómmo se han de fazer las carcavas o las fortalezas o los castillos: ca si los enemigos están alongados, ligera cosa es de fazer las carcavas e de construyr las fortalezas e los castillos. Mas si están çerca, non se pueden ellos fazer sin grant graveza, e en tal cosa conviene que los caudillos sabios partan la hueste en dos partes, así que la una esté apartada para lidiar contra los enemigos, e la otra esté aprestada para fazer las carcavas e los castillos. E deven poner grant acuçia en las fazer, e deven sobre poner ý maestros que acuçien a los negligentes, e manden fazer a cada uno lo que ha de fazer.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
La iiii° cosa es que deven saber e aprender todas aquellas cosas que han menester para fazer las dichas carcavas e castillos e fortalezas, ¿ tras? las quales esté la hueste segura. E allí han de pensar tres cosas que son menester para esto. La primera es[fol. 406r]el logar donde han de asentar la hueste, do deven tener mientes a quatro cosas. Lo primero, que ayan ý abundançia de agua e de las otras cosas que son menester a la hueste. Lo ii°, que non se asienten çerca de monte o çerca de tal logar, donde pueda reçebir daño la hueste. Lo iii°, que tomen tanto de espaçio quanto cunple a la hueste para fazer sus cavas e sus fortalezas, e non más nin menos. Ca si tomassen mayor espaçio de quanto han menester, por allí podrían dar los enemigos, e si menos, estarían muy apretados. Lo iiii°, que si allí han mucho de estar, que escojan tan lugar do ayan ayre sano, e si lo non puedieren aver, que non sola mente deven tener miente al daño de sus enemigos, mas aún del daño de sus cuerpos que podrían reçebir del ayre fediondo. E la segunda[col. B]cosa a que han de tener mientes es la forma en que se han de asentar. E dize Vegeçio que la forma de las caracavas e del assentamiento de la hueste deve ser quadrada de quatro rencones, e los dos que sean mas alongados de los otros dos. Empero podemos dezir que la figura redonda es mejor, por que cabe más, o la figura de muchos rencones, por que se puede mejor defender. Ca si han miedo de los enemigos, deven fazer la carcava a rrencones muchos, por que se puedan defender del uno al otro. E do esta forma se puede guardar en el lugar, es mejor que ninguna de las otras, mas do esta non pueden guardar, deven fazer los castillo semiçírculos , o a forma quadrada , o a forma triangular , o la que mejor pudiere allí assentar. Ca muchas vezes el logar enbarga la forma, e la puerta deve ser contra los enemigos, o allí por[fol. 406v]do han de salir contra ellos. E son de poner en los castillos pendones e señas que han de espantar los enemigos e efforçar e alegrar los suyos. E si algunos de la hueste se alongaren, sepan tornar por las señar a la hueste. Lo iii° que deven pensar los lidiadores es la manera de fazer los castillos; ca si la hueste ha mucho allí de morar, deven fazer más fondas e más anchas las carcavas e más fuertes los castillos e las fortalezas. E sy poco han ý de morar, non deven fazer tan fuertes cavas, nin tan fuertes castillos. E Vegeçio pone la manera e la quantidat de las carcavas. Ca si los enemigos non son muy bravos, cunple que las carcavas sean de nueve pies en ancho, e de siete pies en fondo. Mas[col. B] si los enemigos son muy fuertes e muy bravos, deven fazer la carcava más ancha, así que sea de doze pies en ancho, e más fonda: así que sea de nueve pies, e deve echar la tierra faza [sic] dentro, e fazer se ha más alta de quatro pies, e así seá fonda faza [sic] los enemigos de xiii pies en alto. En la tierra que lancaren [sic] [[lançaren]] faza [sic] la hueste, deven fincar grandes palos que deven levar consigo, e fazer grand palenque, asý commo çerca, e así serán seguros do son muy bravos los enemigos. Ca do non son tan bravos, non son menester tantas guarniçiones.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Mas aquí podemos añadir lo que dize Vegeçio fablando de los lidiadores: que más deven tener mientes a fortaleza de armas que a la apostura dellas. Ca los que tienen mientes a la apostura e a la fortaleza muchas vezes son feridos o del todo vençidos.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Onde dize que los Romanos fazían vestiduras de fierro así commo lorigas e brafoneras e fojas e quixotes e cañilleras e çapatos e lúas de ffierro ,[fol. 407r]ca de allí lo tomaron los otros cavalleros, e non fazían fuerça de grand apostura, mas de grant fortaleza. Onde leemos de Aníbal que quando fue desterrado, e salió de su tierra, fuesse para el Rey Antioco. E estando con él, el Rey, contra la manera de los antiguos cavalleros romanos, fizo fazer armas muy fermosas e muy pintadas de oro e de plata. E fizo que sus cavalleros saliessen al alarde con ellas; e resplandeçían mu cho, por razón del oro e de la plata que tenían. E el Rey, con grant vanagloria, tornóse a Aníbal, que era muy bravo e muy fuerte cavallero, e díxole: ¿cuydas que esto es assaz para los Romanos? E el otro respondió a escarnio, e dizo assaz si los Romanos son avarientos, e el Rey le demandó de la muchedunbre de los cavalleros, e del grant preçio de las armas: e Aníbal [col. B] respondió de la prea, e quiso dezir que allí avía grant prea para buenos cavalleros: e denostóles más en esto que los alabó. Ca dava a entender que si él estoviesse de la otra parte, que los ternía en poco, e que cuydaría aver dellos aquél algo que mostravan. E esto le dio osadía para lidiar después más bravamente contra ellos, por que los sintió curiosos en ¿ pareçençia? de poca fazienda. E así se conteçió que los vençió muchas vezes en canpo, después que tornó e començó guerra contra ellos, segunt que de suso contamos.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Mas aquí conviene de notar que en dos maneras se pueden fazer las armas preciosas.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
Ca o se fazen para muestra e para vana gloria, que quieren pareçer en ellas los omes fermosos e apuestos, e sy las asý ordenan a ponpa e a vanidat, es cosa muy de denostar; ca tales commo estos conponen se mucho commo mugeres, por do son de despreçiar más que de alabar, segunt que dize sant Bernardo en la moniçión que[fol. 407v]fizo a los cavalleros de tenple. Do dize así: o cavalleros, cobrides los cavallos de sirgos, pintades las astas e dorades los escudos e las sillas e los frenos, e cobrides las espuelas de oro e de plata e de piedras preciosas, e componedes vos commo si quissiedes de yr amissa: dezit me, amigos, estos vuestros conponimientos, e estas sobreseñales que mostrades tan doradas, son de cavalleros, o de mugeres? Más me pareçe que son de conponimientos de mugeres que armas de cavalleros: e por aventura, ¿cuydades que el espada del enemigo non podrá passar e cortar el vuestro sirgo? non lo creades así: ca el enemigo nás brava mente yrá a vos por ello, cuydando que pareçedes mugeres. E allí dize muchas cosas, denostando estas pinturas. E desto cuenta Vegeçio en el iiii° libro, primer capítulo[col. B], que Çipión Africano, quando vido a un cavallero que traýa un escudo muy dorado, e muy pintado, dixo así: non vos maravilledes, amigos, si este cavallero tanto fizo por apostar su escudo: ca mayor defendimiento tiene en él que en el espada. E en esto le desonrrava más que le onrrava, por que más esperança tenía en reçebir golpes que en darlos.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
La segunda manera de conponer e dorar las armas es por aver más esperança en la victoria, e por poner mayor espanto en los enemigos. De lo primero, han enxenplo de Jullio Çésar que mandó a sus cavalleros que apostanssen mucho sus armas, e que cubriessen los escudos de oro e de plata, e que fiziessen armas muy preçiosas, por que las amassen e fiziesen mucho por las non perder, segunt que cuenta en la Ystoria de los Romanos. E así pareçe que aver armas preçiosas non por vanidat nin ponpa, mas por se deleytar más en ellas es cosa de alabar[fol. 408r]e non de denostar. Ca esto tal faze los cavalleros ser vençedores. De lo segundo, que las armas son de dorar e de fazer las preçiosas por poner espanto a los enemigos, hay buenos enxenplos en el primero libro de los Macabeos, vi° capítulo, do cuenta que los Macabeos fizieron muy nobles armas e doraron los escudos non a vana gloria, mas por se efforçar en ellas más, e poner mayor espanto en sus enemigos. E quando entraron en la fazienda contra mucho e muy bravos enemigos, pusieron se en tal lugar en la fazienda, por que diese el sol en las armas: e quando firió el sol en los escudos dorados e sobre las capellinas muy luzias, resplandeçieron los montes en derredor. E quando los vieron los enemigos, cayó muy grand miedo e muy grand espanto en ellos. E Judás Macabeo, con muy pocos cavalleros, cometió a muchos, e vençiólos. E otras vezes[col. B]muchas lidió con pocos e vençió a muchos. Ca fue el más bravo cavallero que nunca fue en el mundo, segunt que cuenta en el libro sobredicho, ca vençió a muchos Reyes e desbarató muchas faziendas. E esto, por que se tenía con Dios e lidiava por la su ley.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
T oda la sentençia deste capítulo está en quatro cosas.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
La primera es que muy provechosa cosa es a los que an de entrar en la fazienda fazer en la hueste carcavas, e esto se declara así. Ca dize Vegeçio que en todas las otras cosas se puede emendar el error, si non en la fazienda, o en la lid: do se sigue luego la pena al yerro de la lid. Ca o peresçen luego los que non entran sabiamente, o fuyen, o se fazen medrosos, en tal manera que apenas o nunca osan acometer fazienda contra sus enemigos. Et por ende, todas las cabtelas e maneras que se pueden buscar por que sean seguros los lidiadores, todas las deven buscar. E porque contesçe muchas vezes que los enemigos dan en la hueste tan bien de noche commo de día quando cuydan que están syn sospecha, por ende, es bueno de fazer carcavas luego que llegue la hueste al logar do ha de pasar, si entiende que en aquel logar pueden dar salto los enemigos.[fol. 424r]
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
La ii° cosa que deven fazer los de la hueste es fazer castillos e fortalezas algunas de madera, a manera de castillos: ca non pueden ninguna cosa aver, por que más seguros estén que si fezieren fortalezas algunas en derredor de sí, por que estén seguros. Et para esto, deve la hueste levar consigo madera de donde fagan las fortalezas e los castillos allí do quisieren posar, así que semeje a los enemigos que están guardados e guarnidos, o cercados, así commo en una çibdat.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
La iii° cosa es que deven aprender en cómmo se an de fazer las carcavas o las fortalezas, o los castillos. Ca si los enemigos están alongados, ligera cosa es de fazer las carcavas e de construyr las fortalezas e los castillos. mas si están çerca non se pueden ellos fazer syn grand graveza. Et en tal caso, conviene que los cabdillos sabios partan la hueste en[col. B]dos partes: así que la una esté apartada para lidyar contra los enemigos, e la otra esté aprestada para fazer las carcavas e los castillos: e deven poner grand acuçia en los fazer, et deven sobreponer ý maestros que acuçien a los negligentes, e manden fazer a cada uno lo que ha de fazer.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
La iiii° cosa es que deven saber e aprender todas aquellas cosas que an menester para fazer las dichas carcavas e castillos e fortalezas, tras las quales está la hueste segura. Et allí an de pensar tres cosas, que son menester para esto. La primera es el logar donde an de asentar la hueste, do deven tener mientes a quatro cosas. Lo primero, sy ayan ý abundanca [sic] de agua e de las otras cosas que son menester para la hueste. Lo ii°, que non se asienten çerca de monte, o cerca de tal lugar donde puedan resçebir dapño la hueste. Lo iii°, que tomen tanto de espaçio quanto cunple a la hueste para fazer sus cavas e sus fortalezas, et[fol. 424v]non más, nin menos. Ca sy tomasen mayor espaçio de quanto han menester, por allí podrían dar los enemigos, e si menos, estarían muy apertados. Lo iiii°, que sy allý han mucho de estar, que escojan tal lugar, do ayan ayre sano, e sy lo non pudieren aver, que non solamente deven tener mientes al dapño de sus enemigos, mas aún al dapño de sus cuerpos, que podrían resçebir del ayre fediondo. E la ii cosa que an de tener mientes es la forma en que se an de asentar. Et dize Vegeçio que la forma de las carcavas e del asentamiento de la hueste deve ser quadrada en quatro rencones, et los dos que sean más alongados que los otros dos, enpero podemos dezir que la figura redonda es mejor, por que cabe más, o la figura de muchos rencones, por que se puede mejor defender. Ca sy an miedo[col. B]de los enemigos, deven fazer la carcava a rrencones muchos, por que se puedan defender del uno al otro. Et do esta forma se puede guardar en el lugar, es mejor que ninguna de las otras; mas do esta non pueden guardar, deven fazer los castillos serviçículos [sic]   , o a forma quadrada  , o a forma triangular.   o la mejor que pudiere allí asentar. Ca muchas vezes el lugar enbarga la forma, e la puerta deve ser contra los enemigos, o allí por do han de salir contra ellos. E son de poner enlos castillos pendones e señas que an de espantar los enemigos, e esforçar e alegrar los suyos. Et sy algunos de la hueste se alongaren, sepan tornar de las señas a la hueste. Lo iii° que deven pensar los lidiadores es la manera de fazer los castillos. Ca si la hueste ha mucho allí de morar, deven fazer más fondas e más anchas las cavas, e más fuertes los castillos[fol. 425r] e las fortalezas. Et si poco an ý de morar, non deven ý fazer tan fuertes cavas, nin tan fuertes castillos. Et Vegeçio pone la manera e la quantidat de las carcavas. Ca si los enemigos non son muy bravos, cunple que la carcava sea de nueve pies en ancho e de siete pies en fondo. Mas sy los enemigos son muy fuertes e muy bravos, deven fazer la carcava más ancha, así que sea de doze pies en ancho, e más fonda, que sea de nueve pies. Et deven echar la tierra fazia adente, e fazerse a más alta de quatro pies: e asý seá fonda fazia los enemigos de treze pies en alto. Et en la tierra que lançaren fazia la hueste, deven fyncar grandes palos que deven levar consigo, e fazer muy grant palenque, asý commo çerca. Et así, serán seguros do son muy bravos los enemigos. Ca do non son tan bravos, non son menester tantas[col. B]guarniçiones.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Mas aquí podemos añadir lo que dize Vegeçio fablando de los lidiadores, que más deven tener mientes a la fortaleza de armas que a la a postura dellas. Ca los que tienen mientes a la apostura e non a la fortaleza, muchas vezes son feridos, o del todo vençidos.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Onde dize que los Romanos fazían vestiduras de fierro así commo lorigas e brafoneras, e fojas, e quixotes, e cañilleras, e çapatos, e lúas de fierro. Ca de allí lo tomaron los otros cavalleros, e non fazían fuerça de grant apostura, mas de grand fortaleza. Onde leemos de Aníbal, que quando fue desterrado, e salió de su tierra, fuése para el Rey Antioco, et estando con el Rey contra la manera de los antigos cavalleros Romanos, fizo fazer armas muy fermosas, e muy pintadas de oro e de plata, e fizo que sus cavalleros saliesen al alarde con ellos: et resplandesçían mucho, por razón del oro o de la plata que tenían, e el Rey con grand vana gloria tornóse a Aníbal, que era muy[fol. 425v]bravo e muy fuerte cavallero, e díxole: cuydas que que [sic] que esto es asaz para los Romanos ? Et el otro respondió a escarnio, e dixo: asaz si los Romanos son avarientos. Et el Rey le demandó de la muchedunbre de los cavalleros, e del grant presçio de las armas. Et Aníbal respondió de la ¿ pre a? , et quiso dezir que allí avía grant prea para buenos cavalleros, e denostólos más en esto que los alabó. Ca dava a entender que si él estoviese de la otra parte, que los ternía en poco, e que cuydaría aver dellos aquél algo que mostravan. Et esto le dió osadía para lidiar después más bravamente contra ellos, por que los sentió coriosos en paresçençia, et de poca fazienda, et así se contesçió que los vençió muchas vezes en canpo después que tornó, e començó guerra contra ellos, segund que de suso contamos.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Mas conviene de notar que en dos maneras se pueden fazer[col. B]las armas preciosas.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
Ca o se fazen para muestra, o para vana gloria, que quieren paresçer en ellas los omnes fermosos e apuestos. Et sy las así ordenan a ponpa e a vanidat, es cosa muy de denostar. Ca tales commo estos conpónense mucho commo mugeres por son de despreçiar más que de alabar, segund que dize sant Bernardo en la moniçión que fizo a los cavalleros del Tenple, do dize así: O, cavalleros, cobrides los cavallos de syrgo e pyntades las astase dorades los escudos e las sillas e los frenos, e cobrides las espuelas de oro e de plata, e de piedras preçiosas, e conponedesvos así commo si oviesedes de yr a misa; et, dezidme, amigos, estos vuestros conponimientos, et estas sobreseñales que mostrades tan doradas, son de cavalleros o de mugeres ? Más me paresce que son de conponimientos de mugeres que armas de cavalleros; et por[fol. 426r]aventura cuydades que el espada del enemigo averá vergueña de vuestro oro o de la vuestra plata ? Et cuydades por aventura que el espada non podrá pasar e cortar al vuestro sirgo ? Non lo creades así: ca el enemigo más bravamente yrá a vos por ello, cuydando que paresçeredes mugeres. Et allí dize muchas cosas denostando estas pynturas. Et desto cuenta Vegeçio en el iiii° libra [sic] , al primero capítulo, que Çipión Africano, quando vio a un cavallero que traýa un escudo muy dorado e muy pyntado, dixo así: non vos maravilledes, amigos, si este cavalleros tanto fizo por apostar su escudo: ca mayor defendimiento tiene en el que en el espada: et en esto le desonrrava más que le onrrava, por que más esperança tenía en rresçebir golpes, que en darlos.
Ms. II/215 de la Biblioteca Real
La ii° manera de conponer e dorar las armas es por aver más esperança en la victoria, e poner mayor es[col. B]panto en los enemigos. De lo primero ay enxenplo de Jullio Çésar que mandó a sus cavalleros que apostasen mucho sus armas, e que cubriesen los escudos de oro e de plata, e que feziesen armas muy preçiosas, por que las amasen e feziesen mucho por las non perder, segund que cuenta en la Estoria de los Romanos. Et así paresçe que aver armas preçiosas non por vanidat nin ponpa mas por se deleytar más en ellos es cosa de alabar, e non de denostar: ca esto tal faze los cavalleros ser vençedores. De lo ii°, que las armas son de dorar e de fazer las preçiosas por poner espanto a los enemigos ay muy buenos enxemplos en el primero libro de los Macabeos, al vi° capítulo, do cuenta que los Macabeos fezieron muy nobles armas, e doraron los escudos non a vana gloria, mas por se efforçar en ellas más, e poner mayor espanto en sus enemigos. Et quando entraron en la fazienda contra muchos[fol. 426v]e muy bravos enemigos, posieronse en tal lugar en la fazienda por que diese el sol en las armas, et quando ferió el sol en los escudos dorados e sobre las capellinas muy luzias, resplandesçieron los montes en derredor. Et quando los vieron los enemigos, cayó muy grand miedo e muy grand espanto en ellos. Et Judás Macabeo, con muy pocos cavalleros, cometió a muchos e vençiólos. Et otras ve ze s muchas lidió con pocos, e vençió a muchos. Ca fue el más bravo cavallero que nunca fue en el mundo, segund que cuenta en el libro sobredicho: ca vençió a muchos Reyes, e desbarató muchas faziendas, e esto por que se tenía con Dios, et lidiava por su ley.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.
A
quií comȷiença la iiȷ̃iªiiȷ̃iª parte deſted’este ter
çero lȷibro, en que mueſstra en coómo
ſse ha de gouernar el Rregno e la çib
dat en tpõtiempo de gueɼɼrra.
Ms. 2097 de la Bibliothèque générale de Salamanque.

Capiítulo
¿ primero ? E contie
ne xxȷiȷiȷi capiítulos
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.
Comȷienca la terçera parte del terçero libro
en que ha · xxiiȷi· capítulos· .
Ms. K.I.5 de la Bibliothèque de El Escorial.

Capítulo primero en que mueſstra en comõmmo ſse
ha de gouernar el ɼregno e la çibdat en [FAIRE]tiempo de guerra· .
Ms. 332/131 de la Bibliothèque Universitaire de Séville.
aqui comȷiença la terçera parte del
terçero lȷibro poſstrimero e cõontiene
en ſsy veynte e doſs capítulos
Ms. 332/131 de la Bibliothèque Universitaire de Séville.

capítulo p̃mprimero